Imagen de algunos de los 36 indocumentados -34 hombres y 2 mujeres- que la policía de Tucson, Arizona, descubrió la tarde del 31 de marzo hacinados en una casa de esa ciudad tras recibir la llamada telefónica de uno de los retenidos contra su voluntad. EFE/Gary Williams/Archivo

Tucson (AZ) – Los gobiernos de Estados Unidos y México retomaron el Programa de Repatriación al Interior con el envió este jueves de 132 ciudadanos de ese país desde el aeropuerto de Tucson (Arizona) con destino a al estado mexicano de Jalisco.

Bajo este programa, los indocumentados mexicanos que fueron arrestados en la frontera son transportados en vuelos comerciales rumbo a provincias del interior de México, donde se les proporciona ayuda para llegar a sus destinos finales, especialmente a comunidades y pueblos en el centro y sur de ese país.

La Oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) indicó en un comunicado que el programa bilateral, que se puso en marcha en 2013 pero que en los últimos años se suspendió temporalmente, quiere proporcionar a los migrantes una forma segura para que regresen a sus comunidades de origen.

Anteriormente el programa operaba principalmente durante los meses de verano, tratando así de salvar las vidas de los inmigrantes indocumentados que intentaban cruzar el desierto de Arizona bajos altas temperaturas.

Los indocumentados que fueron repatriados hoy llegarán al aeropuerto mexicano de la ciudad de Guadalajara.

«El Programa de Repatriación al Interior (IRI) refleja nuestro compromiso bilateral con el gobierno de México para garantizar un fuerte, humano y efectiva aplicación de las leyes migratorias en ambas naciones», dijo Matt Alberce, máximo directivo de ICE.

De acuerdo al Instituto Nacional de Migración (INM) de México, en este primer vuelo viajaban 121 hombres, tres de ellos menores de edad, y 11 mujeres. En el grupo iba una familia integrada por una madre y sus tres hijos.

El INM indicó que el programa ha sido reanudado por un periodo de un año.

Antes de ser repatriados los mexicanos son entrevistados por miembros del consulado de México en Tucson con el propósito de garantizar que sus derechos sean respetados.