Washington – El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) está desplegando agente para sumarse a las fuerzas de seguridad dispuestas para el control de las protestas por todo el país muchas de ellas violentas, a raíz de la muerte del afroamericano George Floyd cuando estaba bajo custodia policial en Minneapolis.
«A la luz de la agitación civil que ocurre en todo el país, se han enviado personal de ICE y Equipos de Respuesta Especial para proteger las instalaciones de la agencia en apoyo del Servicio Federal de protección, y para asistir a las agencias policiales locales, estatales y federales según sea necesario», indicó ICE en una declaración a la cadena CNN.
«ICE respeta plenamente los derechos de todas las personas a expresar pacíficamente sus opiniones», agregó.
Un portavoz de esa agencia explicó que el personal de ICE no llevará a cabo operaciones para la detención de inmigrantes, ya que las manifestaciones multitudinarias y las protestas son situaciones que los agentes de ICE en general evitan.
«De lo que se trata es de asistir a las jurisdicciones en el mantenimiento de la paz, la protección de ciudadanos y la propiedad», añadió el portavoz. «No habrá elemento alguno de aplicación de las leyes de inmigración».
El sábado el director interino de Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Mark Moran, indicó que esa agencia enviaría personal a diferentes partes del país para colaborar con las fuerzas policiales y de seguridad mientras se extienden las protestas por la muerte de Floyd.
CBP está autorizada a actuar en una zona de hasta 160 kilómetros (100 millas) desde cualquier frontera terrestre o marítima del país, lo que abarca a dos tercios de la población, o unos 200 millones de personas, incluidos estados enteros como Florida.
Morgan asegura que esta misión es en «conformidad con las leyes federales», a pesar de realizarla en todo el país y no solo en la frontera como suele ser su área de trabajo habitual.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) criticó la decisión de desplegar a agentes de CBP que tienen un «historial de abuso y mal uso del poder».
En su opinión, se trata de «error que amenaza la vida de aún más» personas de grupos minoritarios.