Matamoros (México) – Los migrantes varados en la fronteriza ciudad mexicana de Matamoros navegaban este viernes entre la alegría y la confusión mientras esperaban su reapertura de casos de asilo por parte de Estados Unidos tras el golpe de timón dado por el demócrata Joe Biden.
Muchos de ellos, que llevan meses esperando una cita ante la corte en esta peligrosa ciudad del estado de Tamaulipas veían con incertidumbre cómo una web creada para recabar sus datos permanecía inactiva durante horas.
«Estuvimos despiertos a las dos de la madrugada que nos dimos cuenta que había caído la página, pero no pudimos abrirla», declaró este viernes a Efe el salvadoreño Francisco Hernández.
El sitio en internet, gestionado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), se encontraba sin operar en las primeras horas de la fecha indicada por el Gobierno de Estados Unidos para reabrir los procesos que están acumulados desde hace meses e incluso años.
Pese a los problemas iniciales, horas después empezó a funcionar con normalidad.
En el campamento migrante de Matamoros se estima que hay alrededor de 700 personas del programa «Remain in Mexico» (Permanecer en México), y algunas carecen de dispositivos móviles para rellenar el registro. «Se me arruinó mi teléfono», lamentó Eda Albertina Maldonado Martínez, de Honduras.
Con lágrimas en su rostro, la mujer confía en que pronto podrá de reunirse con su familia y aseguró que seguirá todas las indicaciones que emitan las autoridades, Acnur y las organizaciones de activistas.
En la parte final del campamento, a unos metros del Puente Nuevo, que divide a Matamoros con Brownsville (EE.UU.), se han instalado carpas donde probablemente se aplicarán pruebas rápidas de covid-19 y se otorgará asistencia a los integrantes del protocolo migrantes.
El pasado 12 de febrero el Gobierno de Joe Biden anunció la reapertura a partir del 19 de febrero de los casos de los solicitantes de asilo devueltos a México por un programa del expresidente Donald Trump que obligaba a estas personas a permanecer en ese país a la espera de sus citas en cortes de inmigración estadounidenses.
Este programa, conocido como el Protocolo de Protección de Migrantes (MPP, en inglés) o «Remain in Mexico» (Permanecer en México), contaría todavía con 25.000 solicitantes de asilo en territorio mexicano, según datos ofrecidos este jueves por la ONU, quien apoyará a los peticionarios.
PRIMERAS FECHAS
La representante de Caridades Católicas de Estados Unidos, Norma Pimentel, informó que el próximo lunes existe la posibilidad que crucen a territorio estadounidense las primeras 25 personas que han demandado asilo al país norteamericano.
«Hoy empieza las personas a tener la posibilidad de registrarse por medio de su teléfono en la página de Acnur. Para el lunes ya se va a saber quiénes son los primeros 25 que van a iniciar el proceso», enunció.
Solamente los casos activos serán los que se canalizarán, debidamente identificados, a las autoridades estadounidenses para que se les permita el ingreso a la nación y después se dirijan a su destino.
Las organizaciones de activistas de Estados Unidos podrán intervenir en enlazar a los migrantes con sus familias y abordar el tema de transporte para que puedan reunirse con sus parientes.
ILUSIÓN Y CAOS
En el marco de la reapertura de la primera fase de los procesos de asilo, llegaron al campamento desplazados mexicanos y personas de Centroamérica que, sin formar parte del protocolo, iban en busca de una alternativa para solicitar asilo.
«Queremos entrar al campamento más que nada para que nos alisten», argumentó Marta Calixto, quien llegó con su familia desde el sureño estado mexicano de Guerrero.
También arribó con su familia José Roberto Reyes Amaya, originario de Honduras, para tratar de ser parte del programa y continuar su camino a Estados Unidos.
A las personas se les prohibió la entrada al campamento y tuvieron que regresar a los sitios donde se alojan después de haber llegado a la frontera por la noticia del cambio en política migratoria por parte de Estados Unidos.
SITUACIÓN SIMILAR EN TIJUANA
A unos 2.500 kilómetros de distancia, en la otra punta fronteriza norte del país, la situación que vivían los migrantes era similar.
Al menos 300 de ellos, en su mayoría de Centroamérica y Haití, varados en la ciudad mexicana de Tijuana desde hace meses, hicieron fila desde temprana hora al exterior de las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) esperando una respuesta sobre la solicitud de asilo político en Estados Unidos y la hora de su cita.
Desde la tarde del jueves los migrantes comenzaron a reunirse al exterior de este inmueble, aunque ninguna autoridad los recibió pese a que muchos pasaron la noche en la intemperie.
A primera hora fue atendida una mujer hondureña, Leri Marivel Cabrera, quien desde el año 2020 ya tenía su cita programada para este 19 de febrero, oero le aplazaron la cita al lunes, según contó a Efe.
Leri lleva dos años viviendo en Tijuana junto con dos de sus hijas y busca entrar a Estados Unidos asilada y de forma legal.
El pastor Alberto Rivera, dirigente del albergue para migrantes Ágape, contó que la esperanza de los migrantes varados en Tijuana ha estado reviviendo después de la llegada de Joe Biden al poder.
Rivera también mencionó que les preocupa la respuesta que le dieron a la mujer hondureña las autoridades migratorias mexicanas, pues, según argumentó el activista, el cambio de fecha se debería a la pérdida de una lista con nombres de migrantes en su misma situación de espera y en plena pandemia.