Un dron de vigilancia vigila a varias personas de religión musulmana durante una protesta contra la ley de ciudadanía, en el exterior de la mezquita Jama en Nueva Delhi (India). EFE/ Rajat Gupta/Archivo

Nueva Delhi – El Gobierno indio dio luz verde este martes a realizar un registro de población que ha sido calificado por la oposición de «primer paso» hacia un polémico censo de ciudadanos que busca identificar a los inmigrantes irregulares, en plena ola de protestas en las que han muerto veintiuna personas.

El anuncio llega en un momento delicado para el primer ministro, Narendra Modi, debido a las manifestaciones contra una enmienda legal que da la ciudadanía a inmigrantes de países vecinos pero excluye a los musulmanes, y un por ahora teórico Registro Nacional de Ciudadanos (NRC, en inglés) para identificar a extranjeros ilegales.

«Lanzamos un programa masivo para los ciudadanos del país, el censo de 2021, y todas las casas serán identificadas y catalogadas entre abril y septiembre de 2020», dijo en una rueda de prensa ministro de Medio Ambiente, Prakash Javadekar, tras la reunión del Gabinete de ministros.

Además de actualizar su gigantesco censo de 1.200 millones de personas en 2021, el decimosexto en la historia del país, Javadekar anunció la elaboración paralela de un Registro Nacional de Población (NPR, en inglés), una lista de los «residentes habituales» del país elaborada por primera vez en 2010.

Según el ministro, el censo costará 87.540 millones de rupias (unos 1.109 millones de euros) a las arcas indias mientras que el coste del registro de población ascenderá a 39.410 millones de rupias (unos 499 millones de euros).

PROTESTAS DESDE HACE DOS SEMANAS

En el origen de las protestas está la polémica enmienda a la Ley de Ciudadanía, aprobada recientemente por el Parlamento, que busca regularizar a los inmigrantes indocumentados procedentes de Afganistán, Pakistán y Bangladesh pertenecientes a las religiones hindú, sij, budista, jain, parsi y cristiana y que lleven más de cinco años viviendo en la India.

El texto ha disparado las alarmas junto con la intención declarada del Gobierno de llevar a cabo un Registro Nacional de Ciudadanos, similar al censo que excluyó a casi dos millones de personas el pasado agosto en el estado nororiental de Assam.

El anuncio del Gobierno llegó este martes entre nuevas protestas en buena parte del país contra la enmienda a la Ley de Ciudadanía y el NRC.

En Nueva Delhi, cientos de jóvenes desafiaron a las restricciones al derecho de reunión y la fuerte presencia policial con una marcha hasta el manifestódromo de Jantar Mantar coreando eslóganes contra la Ley de Ciudadanía y esgrimiendo pancartas con imágenes de los padres de la nación como Mahatma Gandhi.

En Calcuta, en el estado oriental de Bengala, la jefa de Gobierno de la región, Mamata Banerjee, lideró una manifestación contra las leyes y afirmó que «mientras viva» no permitirá su implementación en esa región.

Hasta ahora las manifestaciones han dejado al menos veintiún muertos concentrados principalmente en el estado norteño de Uttar Pradesh, en el que las autoridades impusieron restricciones y cortaron internet en varias ciudades, y en Assam, una región donde como en el resto del noreste de la India existe un fuerte sentimiento antiinmigrante sin tener en cuenta la religión.

EL GOBIERNO NIEGA LA RELACIÓN

«No hay ninguna relación entre el Registro Nacional de Población y el Registro Nacional de Ciudadanos», negó vehemente Javadekar durante la rueda de prensa.

Modi también se desvinculó del Registro Nacional de Ciudadanos en un acto electoral el pasado domingo, asegurando que no se ha tratado «en ningún lugar» a pesar de que el ministro de Interior, Amit Shah, ha tratado el tema en el Parlamento y figuraba en su programa electoral de las elecciones de mayo.

El Ejecutivo de Modi ha defendido que la Ley de Ciudadanía es necesaria para proteger a los inmigrantes de religiones minoritarias perseguidos en los países vecinos de mayoría musulmana.

DOS REGIONES DETIENEN EL PROCESO

Pero dos regiones indias controladas por la oposición, Bengala y Kerala, piensan lo contrario.

«Considerando la aprensión del público general de que las actividades relacionadas con la elaboración del Registro Nacional de Población sean un primer paso a un Registro Nacional de Ciudadanos (…) el Gobierno de este estado ordena parar todas las actividades relacionadas», informó el Ejecutivo del estado sureño de Kerala el pasado viernes.