Trabajadores plantan sandías en un campo. EFE/George Frey/Archivo

Denver (CO) – Denver, la capital de Colorado, se beneficia económica y socialmente por el trabajo de los inmigrantes, especialmente en los empleos ahora considerados esenciales, revela un informe de la organización New American Economy (NAE).

Según el reporte, difundido este miércoles, aunque los inmigrantes representan casi el 16 % (unas 116.000 personas) de los 727.000 habitantes de Denver, son el 23 % de los trabajadores en sectores claves, como transporte, almacenamiento y comidas.

Además, la tercera parte (34 %) de los dueños de empresas de construcción en Denver son inmigrantes, y uno de cada cinco (20,5 %) de los dueños de negocios de servicios personales (lavandería, peluquería, reparaciones varias) también es inmigrante.

El informe, parte de un estudio de NAE de doce ciudades de Estados Unidos, afirma que los inmigrantes son «esenciales» para la respuesta de Denver a la actual pandemia y para «la recuperación» de esta ciudad luego de la crisis.

En diciembre de 2019, Denver determinó que los inmigrantes (dos de cada tres provenientes de América Latina, seguidos por asiáticos y africanos) aportan cada año unos 840 millones de dólares en impuestos y otros 2.600 millones para la economía local.

Sin embargo, dice el estudio, esos mismos inmigrantes esenciales «enfrentan serios problemas debido a la discrepancia en ayuda federal, barreras con el idioma y alto riesgo de infección con coronavirus», precisamente por los trabajos que realizan.

El estudio encontró que, como sucede a nivel nacional, los trabajadores inmigrantes, aunque «esenciales para Denver» resultan «vulnerables» por no tener acceso a programas de ayuda social.

Por ejemplo, el 44 % de las poco más de 75.000 personas sin seguro médico en Denver nació fuera de Estados Unidos, mientras que por la pandemia hasta el 90 % de los inmigrantes podría haber pedido ingresos o incluso estar sin trabajo, según datos locales.

El Fondo de Defensa Legal de Inmigrantes, creado por el alcalde Michael Hancock y aprobado por el concejo municipal, provee acceso gratuito a abogados para ciertos inmigrantes que de otra manera carecerían de ese servicio.

Desde julio de 2019 Denver no colabora con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ni mantiene detenidos a inmigrantes alojados en cárceles locales más allá de lo que las leyes vigentes lo exigen, aunque informa a ICE (como lo pide la ley) de inmigrantes con antecedentes criminales que quedarán en libertad.