Madrid – La selección inglesa femenina de fútbol prolongó la fiesta en la que vive inmersa desde que se coronó el pasado mes de julio campeona de Europa, tras imponerse este viernes en un amistoso por 2-1 a Estados Unidos, ganadoras de los dos últimos Mundiales, en una jornada en la que Brasil dejó claro que aspira a todo en la Copa del Mundo que se disputará el próximo año en Australia y Nueva Zelanda al golear por 1-4 a Noruega.

Todo un aviso para el conjunto norteamericano, el gran dominador del fútbol femenino en los últimos años, que ve reducirse día a día la distancia que le separa del resto de rivales.

Tal y como se confirmó este viernes en el estadio de Wembley, donde la selección estadounidense vio interrumpida una racha de cuatro victorias consecutivas sobre el conjunto inglés, que no derrotaba al gigante norteamericano desde el ya lejano año 2017.

Antecedentes que no amilanaron a las jugadoras locales, que espoleadas por los 76.893 espectadores que acudieron al mítico recinto londinense, ya marchaban a los diez minutos de juego por delante en el marcador (1-0) gracias a un gol de la delantera Lauren Hemp.

No tardó en responder el equipo estadounidense que antes de cumplirse la media hora de juego igualó la contienda (1-1) tras aprovechar Sophia Smith un error en la salida del balón de Georgia Stanway.

Un fallo del que la jugadora del Bayern Múnich se resarció cinco minutos después, en el 33, al establecer el que a la postre sería el definitivo 2-1 al transformar un penalti cometido por Hailie Mace sobre Lucy Bronze.

Ventaja que Inglaterra logró conservar ya hasta el final pese al empuje de Estados Unidos que vio como el VAR le privó primero de un gol anotado por Trinity Rodman en el tramo final de la primera mitad por presunto fuera de juego y posteriormente de un penalti a falta de diez minutos para la conclusión del choque, concedido inicialmente por la colegiada del encuentro.

Un sufrido triunfo que sitúa a Inglaterra como una de las más firmes aspirantes a romper el dominio del conjunto estadounidense en el próximo Mundial de Australia y Nueva Zelanda, en el que Brasil, por lo visto este viernes en Oslo, está destinado a jugar un papel importante.

Y es que el vigente campeón americano lanzó un serio aviso a todos sus rivales con la contundente victoria (1-4) que logró sobre Noruega, todo un clásico del fútbol femenino, en un choque en el que brilló con luz propia la delantera Beatriz, autora de un doblete.

Las de la sueca Pia Sundhage no dieron la más mínima opción al conjunto nórdico, en un encuentro en el que Brasil formó de inicio con cuatro jugadoras de la Liga española, las defensas Antonia (Levante) y Kethellen (Real Madrid), y las atacantes Geyse (Barcelona) y Ludmila (Atlético de Madrid).

Pero Inglaterra y Brasil no serán la única preocupación de Estados Unidos en el próximo Mundial en el que también aspira a alzarse con el título la selección de Alemania, la vigente subcampeona de Europa, que este viernes se impuso por 2-1 a Francia en Dresde

Al igual que ocurrió en las semifinales de la pasada Eurocopa el conjunto francés sucumbió ante la capacidad goleadora de la centrocampista del Wolfsburgo Alexandra Popp, que firmó los dos tantos del equipo alemán.

Por su parte, la selección española se olvido de la crisis en la que se encuentra inmerso, desde la renuncia de un total de hasta quince jugadoras a ser convocadas por el equipo nacional, tras empatar este viernes 1-1 con Suecia, semifinalista en la pasada Eurocopa, en el encuentro disputado en Córdoba.

Ni el gol de Rebecka Blomqvist, que adelantó a los 14 minutos de juego a las escandinavas en el marcador, pudo con el novedoso equipo español, que encontró el premio a su ambición ofensiva a falta de ocho minutos para el final con el gol de Marta Cardona que estableció el definitivo 1-1.