Nueva York – Una inmigrante latina que perdió su empleo y su casa por la covid-19 pero continuó trabajando ha visto recompensada su dedicación al recibir un contrato para vivir con su familia en el mismo edificio de lujo en el que ha trabajado durante 20 años en Nueva York.
Rosa no pudo contener el llanto cuando descubrió que no fue al apartamento recién remodelado a limpiarlo como creía, armada con su cubo y otros equipos de limpieza, sino para recibir las llaves del espacioso penthouse que será su hogar por los próximos dos años, según muestra un vídeo que publicó Reddit y que luego recogió el canal 18 de CNN.
«¿Oh, Dios mío, no lo puedo creer, no es real», decía entre lágrimas la sorprendida mujer al escuchar que podría mudarse allí con su familia.
Rosa, como millones de inmigrantes, se ha ganado la vida en labores de limpieza durante los últimos 20 años, y como ha ocurrido a otros millones perdió su empleo y luego su hogar debido a la pandemia. Eso la obligó a mudarse a vivir con su hermana, de acuerdo con datos provistos en el vídeo.
Sin embargo, pese a haber perdido el empleo, la inmigrante continuó asistiendo a su trabajo con una sonrisa como ha hecho durante las últimas dos décadas.
«Esto es vida», dijo la mujer cuando entró al que sería su nuevo hogar, lo que aún desconocía, y al ver la cocina, equipada como para un chef profesional dijo «Espero que le guste cocinar» a la persona que le mostraba el lugar, y continuó el recorrido sin dejar de sorprenderse.
En recompensa a su lealtad, los residentes del edificio, entre ellos varios famosos, quienes consideran a Rosa como familia, decidieron regalarle un contrato de dos años para que sea su nueva vecina.
«La gente le quiere dar algo en retribución», dijo el hombre que le había mostrado a la trabajadora el lujoso apartamento de cuatro dormitorios tres baños, cocina profesional y una gigantesca terraza al aire libre.
El otro hombre que la acompaña señala por su parte que es una muestra de gratitud por sus 20 años de lealtad.
«El apartamento es suyo; solo tiene que firmar el contrato por dos años y aquí están las llaves», dijo además el hombre a la inmigrante, que no paraba de llorar con su equipo de trabajo en mano.
Al igual que Rosa, muchos inmigrantes han perdido su empleo, luchan por poner comida en la mesa para su familia y están en peligro de perder o han perdido sus hogares debido a la pandemia.