Chicago (IL) – La activista por los derechos de los inmigrantes y a la vez pastora religiosa Emma Lozano dijo este miércoles a Efe que no se dejará intimidar por los agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) que llamaron a su iglesia buscando a la inmigrante mexicana Francisca Lino, quien está refugiada allí desde hace tres años y asegura que tratará de resistir en el recinto «hasta el final».
Lozano, del Centro Sin Fronteras, dijo que le sorprendió la llamada de un agente que preguntó por Lino, quien ha estado en santuario en la Iglesia Unida Metodista Adalberto, en Chicago, desde 2017 cuando desobedeció una orden de abandonar el país.
“Desde entonces Francisca Lino ha vivido en la Iglesia Adalberto y nadie la ha molestado. Yo pensé que los agentes del ICE estaban afuera”, dijo Lozano a Efe.
Agregó que le informó al agente no identificado que no deseaba cooperar y mejor se comunicó con el abogado de Lino y llamó a la prensa.
Lozano, defensora de los derechos de los inmigrantes, señaló que una ley creada a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001 prohíbe al Gobierno irrumpir en iglesias, escuelas y hospitales a menos que haya una persona armada disparando en esos lugares.
“Esa la ley es aún válida hoy”, señaló Lozano, quien dijo que pondrá las disposiciones de esa ley en un letrero en las puertas de la iglesia para proteger a Lino.
La activista recalcó que ya anteriormente miembros de la derecha antiinmigrante han ingresado a su otro recinto religioso, la Iglesia Unida Metodista Lincoln, en Pilsen, para tratar de intimidar a los miembros.
“Tenemos muchos programas, distribuimos muchas despensas de comida, así que es difícil mantener las puertas cerradas”, destacó.
Por su parte Lino, de 50 años, dijo a Efe que está determinada en permanecer en el santuario religioso “hasta el final” para lograr quedarse en el país y estar cerca de sus cuatro hijas y dos hijos, que son ciudadanos estadounidenses.
“Voy a tratar de resistir lo más que pueda hasta el final,” expresó.
Lino viene luchando por permanecer en el país desde su arresto por Inmigración en 2005. En 2017 un juez le ordenó abandonar el país. En vez de ello, Lino, quien dijo ser originaria de “un ranchito en el estado de Zacatecas”, se refugió en la iglesia localizada en el barrio puertorriqueño de Humboldt Park en el lado norte de Chicago.
La inmigrante dijo que está preocupada por la llamada del ICE porque “si están llamando es por algo; estoy un poco temerosa”.
Reconoció que estos últimos tres años en santuario han sido difíciles para ella ya que su familia ha pasado por varios traumas, incluyendo un ataque al corazón que su esposo Diego sufrió en el trabajo.
“Esto ha sido demasiado difícil para mí porque ya no estoy con mis hijos y están creciendo sin mí”, recalcó.
Para finalizar, la inmigrante, que está en la misma iglesia en donde pasó un año la célebre activista Elvira Arellano, afirmó que no es un riesgo para la nación y que la deben dejar permanecer en este país.
“Yo no soy ninguna criminal, ni tampoco una terrorista, ni siquiera tengo una infracción de tránsito de la policía”, acotó.