Tucson (AZ) – Un grupo de inmigrantes en Arizona participó este viernes en una exhibición artística donde expresaron sus experiencias, historias y sentimientos sobre la problemática migratoria en Estados Unidos.
La exhibición forma parte del programa de arte y manualidades creado desde hace seis años por el grupo proinmigrante Aliento, basado en Phoenix, Arizona.
Reyna Gutiérrez, directora del grupo Aliento, dijo a EFE que el programa “Cultiva”, como fue bautizada la iniciativa, tiene como objetivo brindar una forma de expresión y de sanación para la comunidad inmigrante de la zona.
“Cuenta con piezas de arte hechas por nuestra comunidad migrante donde ellos cuentan sus propias historias de resistencia, de fuerza, sueños, miedos, esperanzas”, ahondó.
Gutiérrez explicó que entre la comunidad latina e inmigrante el tema de la depresión y otras enfermedades mentales “desafortunadamente sigue siendo un tabú, y el arte es una forma de ayudarlos a expresar estos sentimientos y liberarse”.
La iniciativa también brinda información y ayuda aquellos que requieren de un apoyo psicológico.
La comunidad inmigrante, especialmente aquellos que tienen muchos años viviendo de manera irregular en Estados Unidos, enfrentan una constante presión ante el temor de ser arrestados y deportados de regreso a sus países, resaltó la activista.
Otros han visto con desilusión cómo pasan los años sin que se apruebe la tan anhelada reforma migratoria.
Igual ocurre con miles de jóvenes amparados por el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que se encuentran estancados en un limbo migratorio con el temor de que en cualquier momento el programa que por el momento les permite trabajar y vivir en EE.UU. sea eliminado.
“La salud mental de nuestra comunidad es de gran importancia, por lo que también debemos entender sus necesidades”, dijo Gutiérrez.
Como parte del evento, que se llevó a cabo en el Centro Nina Mason Pulliam Rio Salado Audubon en Phoenix, los presentes tuvieron la oportunidad de hablar sobre los temas que les preocupan, así como de recibir pequeñas clases de relajación y de respiración para controlar el estrés.
En el programa hasta la fecha han participado alrededor de 300 personas.