Atlanta (GA) – Decenas de indocumentados están siendo liberados de un centro de detención en el suroeste de Georgia, revelaron organizaciones defensoras de los inmigrantes que aseguran que no se dan abasto para asistirlos y darles hospedaje mientras se reencuentran con sus familiares.
Activistas de Paz Amigos y Casa Alterna dijeron a Efe que están ayudando a un “inusual número de personas” que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) está liberando del Centro de Detención de Stewart, una de las mayores prisiones para indocumentados del país.
“Estamos viendo a muchas personas que están saliendo en grandes números de Stewart, en las noches y los fines de semana, algo que no habíamos visto antes”, dijo a Efe Anton Flores, fundador de Casa Alterna, una agrupación que brinda ayuda a los inmigrantes indocumentados.
En los últimos días han llegado varias camionetas con inmigrantes al Aeropuerto Internacional de Atlanta Hartsfield-Jackson, donde autoridades de la prisión los ponen en libertad para que puedan viajar y reencontrarse con sus familiares. Sin embargo, la mayoría no cuentan con dinero para comprar un pasaje de avión o un teléfono para llamarlos.
“Es extraño que liberen a la gente a las dos de la mañana en el aeropuerto, cuando todas las aerolíneas están cerradas. Y en el aeropuerto no pueden permanecer sin boletos y la mayoría no tenían boletos”, dijo Anton, cuya organización asistió a los grupos con hospedajes en iglesias de Atlanta.
En lo que va del año, Paz Amigos, una organización con sede en Columbus, en el suroeste de Georgia, a unas 40 millas al norte de Lumpkin, donde se encuentra Stewart, ha asistido a cerca de 800 personas que estaban detenidas en esa cárcel, más del doble de los que ayudaron en todo 2020, cuando fueron 363.
Los activistas de Paz Amigos y Casa Alterna anticipan que, con base en la información con la que cuentan, otros “cientos” de inmigrantes serán liberados del centro de detención en los próximos días.
De acuerdo con las organizaciones, la mayoría de los liberados en los últimos días son venezolanos, brasileños y colombianos, muchos de los cuales han estado detenidos en promedio unos 40 días.
Un portavoz de ICE negó a Efe que se trate de “liberaciones masivas” y explicó que son parte de las operaciones normales de la agencia.