El Gobierno separó a 272 familias de inmigrantes indocumentados en los últimos 6 meses en el estado de Texas, a pesar de que el presidente Donald Trump ordenó poner fin a su política de tolerancia cero el 20 de junio del año pasado, denunciaron hoy diversas ONG. EFE/Archivo

Washington – Muchas familias inmigrantes y de bajos ingresos optaron por no recurrir a beneficios durante la pandemia, temerosas de la política de «carga pública» del Gobierno del hoy expresidente Donald Trump, según un informe divulgado este miércoles por el Urban Institute.

Bajo esa política los inmigrantes que solicitaran asistencia social para vivienda, alimentación o cuidado de la salud podrían ser excluidos de la obtención de residencia legal permanente.

El informe encontró que casi un tercio de las familias inmigrantes de bajos ingresos y con niños indicaron que al menos un familiar evitó los beneficios públicos en 2020 debido a sus preocupaciones por el estatus migratorio.

«Encontramos que muchas familias migrantes y con niños sí dan cuenta de sus necesidades. Casi la mitad de ellas indicaron que la pandemia había afectado las finanzas ya sea porque alguien en la familia perdió el empleo o perdió ingresos por la pandemia», señaló la autora del estudio, Jennifer Haley.

La política de Trump y la confusión en cuanto a sus alcances causó lo que el Urban Institute describe como un éxodo de familias de inmigrantes que se retiraron de beneficios del cuidado de la salud y alimentos a los cuales ellos o sus niños tenían derecho.

El Gobierno del actual presidente Joe Biden y decisiones de tribunales federales han dado por terminada esa política de «carga pública», pero Texas y otros 13 estados han iniciado querellas judiciales para restaurarla.

El informe sostuvo que 20 % de los adultos en las familias inmigrantes con niños y 28,8 % de las familias inmigrantes con niños e ingresos bajos evitaron uno o más beneficios de asistencia pública el año pasado debido a la preocupación por la residencia legal.

El 7,7 % de los adultos en familias migrantes con niños indicaron que sus familias a menudo evitaron los bonos de alimentos y el 6,3 % evitaron los programas de Medicaid, que subsidia gastos médicos de los pobres, y el programa de seguro de salud infantil.

En Estados Unidos más de 18 millones de niños, casi el 25 % de los niños del país, viven en hogares donde al menos uno de los adultos es inmigrante.

«Estas familias tienen significativas necesidades de asistencia de la salud y si esas necesidades no se atienden ello, ciertamente, afectará a toda la familia», señaló Haley.

«Hay amplias evidencias que indican que los niños cuyas necesidades no se atienden en la infancia pueden tener problemas más adelante en términos de su salud o sus logros académicos», añadió.