Tegucigalpa – El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), Roberto Herrera Cáceres, afirmó que las instituciones estatales de Honduras, Guatemala, El Salvador y México fueron rebasadas en sus instalaciones y capacidades humanas por la magnitud y características de la corriente migratoria centroamericana que a pie se dirige al norte de América.

La institucionalidad de los cuatro países habitualmente asignadas para verificar la regularidad del movimiento migratorio de personas individuales y grupos pequeños de migrantes, recibir y tramitar solicitudes de asilo, atender necesidades humanitarias de migrantes individuales, en su paso por diferentes departamentos o Estados de tránsito, fueron rebasadas por la caravana de migrantes centroamericanos, aseguró.

El ombudsman hondureño considera que esta situación se agravó, aún más, por la advertencia de la administración de los Estados Unidos de América de suspender la cooperación internacional a los países de origen y de tránsito en caso de que esa corriente de migrantes no fuese interrumpida y prevenida la formación de otras.

Ese llamado de alerta parece haber inducido a los gobiernos, de los países del triángulo norte de Centroamérica, a cumplir parcialmente sus responsabilidades de protección de las personas migrantes, expresó.

Desde el pasado 12 de octubre que inició la primera caravana desde San Pedro Sula, el CONADEH activó todos los equipos de trabajo en sus oficinas departamentales, para que se orientase e informase a las personas en contexto de migración en cuanto a sus derechos y deberes, así como riesgos, previsiones y comportamiento pacífico y de respeto a las leyes y políticas migratorias de los Estados de origen, tránsito y destino.

De igual manera, activó el “Protocolo de Actuación de la Federación Iberoamericana del Ombudsman para la protección de los Derechos Humanos de las personas en contexto de migración “y concertó, desde Honduras, una coordinación sistemática entre titulares de las Procuradurías de Derechos Humanos de Guatemala y de El Salvador, así como de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México.

Dado el número mayoritario de los migrantes hondureños, el CONADEH tomó la iniciativa y ha facilitado ésta coordinación y complementación internacional de acciones de las instituciones nacionales de derechos humanos de países de origen, tránsito o destino, en la ruta al norte de América.

Herrera Cáceres calificó el fenómeno migratorio masivo, en caravana hacia el norte de América, de alrededor de siete mil hondureños que integraron inicialmente el flujo de migrantes y que se amplió, durante la ruta de tránsito, al realizarse una segunda caminata o caravana como “un acontecimiento excepcional e inesperado, en América”.

Indicó que ese fenómeno migratorio masivo es mixto y complejo, de ser inicialmente un grupo exclusivamente hondureño que, en su casi totalidad, se juntó para hacer su migración forzada con posterioridad se amplió y conformó como un grupo centroamericano de migrantes forzados de Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua.

El ombudsman hondureño declaró que la casi totalidad de los migrantes ha observado una actitud de respeto hacia las leyes y políticas migratorias de los países de origen, tránsito y destino.

Sin embargo, un número muy reducido de personas de dudosa presencia optó por realizar y promover actos de violencia, los cuales no son compartidos por los migrantes que huyen de la violencia e inseguridad proveniente principalmente del crimen organizado, maras o pandillas y de la pobreza que, en Honduras, afecta a más del sesenta y cinco por ciento de la población y que se agrava por el desempleo y otras condiciones indignas de vida de las personas.

Consultado al respecto, el titular del CONADEH, aseguró que las personas migrantes forzadas hondureñas son pobres y vulnerables en las que se incluyen niñas y niños, mujeres, adolescentes, adultos mayores, personas con discapacidad y personas de la diversidad sexual, que proceden de diversos municipios de casi todos los puntos cardinales de Honduras.

Argumentó que las personas migrantes forzadas viajan en grupos numerosos por diversas razones, en particular, para mayor seguridad de su vida e integridad, tener mayor impacto en su derecho de petición de protección internacional o de trabajo y menores gastos en su movilización irregular.

El Ombudsman hondureño destacó la solidaridad activa y entusiasta de la mayoría de las poblaciones de Guatemala y de México hacia las personas migrantes hondureñas y otras, a quienes levantan la conciencia de su dignidad y con quienes colaboran desinteresadamente con agua, alimentación y vestido.