Madrid – El Ministerio del Interior retirará las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla en sus tramos «más vulnerables» y las sustituirá con un nuevo vallado que aporte más seguridad al control de estas fronteras pero «sin medios cruentos».
Así lo ha avanzado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, que ha aprobado un plan dotado de 850 millones de euros para reformar y mejorar las infraestructuras de seguridad del Estado en los próximos siete años.
De esas medidas, una de las que Interior acometerá a corto plazo (este mismo año), será la retirada de las concertinas en los tramos del vallado «más vulnerables», es decir de aquellos que, bien por orografía o por otras circunstancias, son objeto de más intentos de saltos por parte de inmigrantes.
Marlaska ha advertido que en junio de 2017 un informe de la inspección de Interior ya apuntó que las concertinas no son un elemento «disuasorio» para las personas que tratan de acceder a España por el vallado en Ceuta, de 8,7 kilómetros y Melilla, con 10 kilómetros.
La retirada de las concertinas es la primera de las medidas del paquete de iniciativas a corto y medio plazo y con un presupuesto total de 32.719.236 euros presentadas hoy por el titular de Interior para modernizar el sistema fronterizo después de contar con varios informes, el de la inspección del departamento de hace más de un año y otro de la actual Secretaría de Estado.
Según ha revelado Marlaska, el informe de 2017, elaborado por el anterior equipo pero que «se metió en un cajón» apuntaba que existían «puntos vulnerables» y «obsoletos» en las fronteras que «ni de lejos» cumplían con el objetivo de prevención y control de la inmigración irregular.
Por eso, el objetivo ahora es mejorar todos esos sistemas con una modernización de los pasos fronterizos en Ceuta y Melilla con actuaciones que incluyen un nuevo sistema de circuito cerrado de imágnes en Ceuta o la ampliación del mismo en Melilla.
Además, en ambas ciudades autónomas se va a proceder igualmente a la modernización y refuerzo de las infraestructuras de seguridad de la frontera, con mejoras en los pasos de en Beni Enzar (Melilla), como en El Tarajal (Ceuta), donde se instalarán un sistema de reconocimiento facial.
Unas medidas que se ejecutarán «a corto plazo», mientras que a medio plazo se reformará de forma integral el puesto de El Tarajal, en Ceuta y en de Beni Enzar, en Melilla, se implementará una nueva «frontera inteligente».
«Se mejora la eficiencia y seguridad para los agentes con pleno respecto a los migrantes», ha defendido Marlaska antes de dejar claro que todas estas actuaciones se llevarán a cabo en colaboración con las autoridades de Marruecos, con quien el Gobierno mantiene muy buena relación y por tanto, «transparencia» en esta materia ya que es «corresponsable del control de la frontera».
El plan, con un presupuesto de 32.719.236 euros, es susceptible de ser cofinanciado hasta el 75 por ciento de su importe con fondos europeos, a través del Fondo de Seguridad Interior o del Fondo de Asilo, Migración e Integración.