Roma.- El Gobierno italiano mantuvo hoy una reunión en Roma con el presidente regional de Sicilia y el alcalde de Lampedusa para tratar los incesantes flujos migratorios desde África hacia estas zonas, el colapso de los centros de acogida y la falta de seguridad sanitaria ante los contagios de coronavirus.

LOS FLUJOS DE MIGRANTES A LAMPEDUSA Y SICILIA SON INSOSTENIBLES

La reunión se produjo tras días de tensiones: el alcalde de Lampedusa, Totò Martello, amenazó con convocar una huelga de todos los servicios de la isla mientras el presidente de Sicilia, Nello Musumeci, amagó con cerrar los centros de acogida, medida que no pudo cumplir pues la Justicia italiana falló que la cuestión migratoria era competencia del Gobierno central.

Las posturas de ambos responden a una situación insostenible, tal y como han denunciado en los últimos días, y a la necesidad de que el Gobierno italiano aporte soluciones de inmediato.

«En primer lugar está el problema sobre la seguridad sanitaria y orden público en Lampedusa y después la descongestión del centro (de acogida de migrantes) y todos los problemas vinculados con el Covid y la inmigración», explicó el alcalde de Lampedusa en declaraciones a EFE.

Martello ha recordado que la huelga de todos los servicios de la isla ha sido pospuesta y que a su regreso estudiará si el Gobierno ha dado respuestas suficientes a la situación para suspenderla por completo.

«Todo depende de cuáles sean las respuestas que dé el Gobierno sobre las cuestiones que están sobre la mesa. Esperamos muchas cosas, pero tenemos que ver qué dice el Gobierno», dijo Martello en declaraciones a los medios frente al Palazzo Chigi, sede del Ejecutivo en Roma.

Por su parte, el presidente de Sicilia, Nello Musumeci, se mostró confiado y dijo que «si el presidente nos invita y recoge nuestra propuesta de un debate quiere decir que tiene alguna respuesta que dar».

La pequeña isla de Lampedusa vive fundamentalmente de la pesca y del turismo, pero en los últimos tiempos se ha visto colapsada por la llegada de migrantes y también por el impacto de la pandemia del coronavirus.

Su centro de acogida tiene una capacidad para 200 personas pero actualmente se encuentran en él unas 1.100 personas y, aunque a los migrantes se les toma la temperatura y se les realiza la prueba del coronavirus, después no hay posibilidad de guardar ningún tipo de distancia de seguridad.

Lo mismo ocurre en Sicilia, que habitualmente recibe a numerosos migrantes que llegan en embarcaciones precarias o en barcos de ONG.

El Gobierno italiano ya ha enviado cinco barcos que acogerán a los migrantes para aliviar las infraestructuras terrestres.

EL BARCO SEA WATCH 4 DESEMBARCA A LOS 353 MIGRANTES SALVADOS

Uno de los barcos enviados es el «Allegra», que hoy ha acogido a los 353 migrantes salvados por el barco humanitario Sea Watch 4, operado por la homónima ONG alemana y Médicos sin Fronteras.

Estas personas han podido ser trasladadas a esa embarcación después de doce días de espera y ahora permanecerán a bordo dos semanas más para hacer cuarentena como prevención por la pandemia del coronavirus. La embarcación está atracada frente a las costas de Palermo, en Sicilia.

«Estamos contentos de que se les haya asignado un lugar seguro, pero la espera ha sido muy larga y muy dura para todos», ha escrito la ONG alemana en las redes sociales.

EL GOBIERNO ESTUDIA SOLUCIONES

El Gobierno italiano estudia la situación y entre las opciones que baraja se encuentra establecer una mesa de diálogo permanente con las autoridades de las regiones del sur más afectadas para conocer en todo momento la situación derivada de las llegadas de migrantes, aseguran los medios locales.

También se plantea la posibilidad de suspender las obligaciones fiscales de las actividades productivas de Lampedusa y Sicilia para relajar la presión sobre los trabajadores de las islas, afectados por la crisis del coronavirus y los flujos migratorios masivos.

La situación de tensión ha sido aprovechada por el líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, que indicó recientemente que denunciará al Gobierno italiano por fomentar la inmigración ilegal.