Roma- El Gobierno italiano anunció hoy un endurecimiento de su política de concesión de asilo a inmigrantes que procedan de trece países considerados «seguros», con lo que se pretende acelerar el estudio de cada caso y las repatriaciones.

Los trece países «seguros» para Roma son Marruecos, Argelia, Túnez, Albania, Bosnia-Herzegovina, Cabo Verde, Ghana, Kósovo, Macedonia del Norte, Montenegro, Senegal, Serbia y Ucrania.

El Gobierno, del Movimiento 5 Estrellas (M5S) y de formaciones de centroizquierda como el Partido Demócrata (PD), ha llevado a cabo esta medida mediante un decreto impulsado por los Ministerios de Exteriores y de Interior, en manos de la primera formación.

El texto estipula que se rechazarán las solicitudes de asilo de los inmigrantes de los mencionados países que no sean capaces de demostrar que corren verdaderamente peligro en su patria.

Antes, la valoración de cada petición era gestionada por una comisión, que debía llevar a cabo una investigación que duraba meses, mientras que ahora será el inmigrante el que deba proporcionar pruebas de que necesita protección.

El ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, el líder del M5S, estimó hoy que «en cuatro meses los inmigrantes (que no merezcan la protección en Italia) serán repatriados» y explicó que en la actualidad este proceso llega a tardar hasta tres años.

Además, vaticinó un impacto en el número de llegada de inmigrantes a Italia pues un tercio de los que entraron este año en el país lo hicieron desde esos países considerados «seguros».

«Sobre las cerca de 7.000 llegadas de este año, más de un tercio pertenece a uno de estos países», relató, para después asegurar que este es «un primer paso» y que en los Presupuestos Generales para 2020 se incluirán más fondos para este objetivo.

Di Maio agradeció especialmente a Marruecos por implicarse en el programa de repatriaciones y prometió que no habrá violaciones de los derechos de los inmigrantes.

Además, refirió que este decreto no afecta al aprobado por su anterior socio en el Gobierno, el exministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, que establece multas a las ONG que salvan vidas en el Mediterráneo.

En cualquier caso, señaló que lo importante es detener las salidas de migrantes hacia Italia, para lo que hace falta cooperación con los países de origen y una «gran acción diplomática» que estabilice Libia, de donde llega la mayoría.