Roma – El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y el presidente francés, Emmanuel Macron, anunciaron hoy su intención de colaborar en la gestión del fenómeno migratorio, así como en el relanzamiento de la Unión Europea, al abrir una nueva etapa en las relaciones bilaterales después de las fuertes tensiones del último año.
«Este encuentro testifica la intención de contribuir juntos a relanzar la Unión Europea», dijo Conte en la comparecencia conjunta con Macron después de la reunión que mantuvieron esta noche en el palacio Chigi.
Macron, el primer líder europeo que visita Roma desde la formación del nuevo Gobierno de coalición entre el antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S) y el socialdemócrata Partido Demócrata (PD) hace dos semanas, llegó a la capital italiana para solo unas horas con la intención de relanzar unas relaciones bilaterales muy deterioradas con el anterior Ejecutivo populista.
«Podemos tener opiniones a veces no coincidentes, pero se debe discutir siempre sobre la base de un diálogo basado en el respeto», señaló Conte y añadió: «Hemos discutido con total franqueza y concordia sobre cómo hacer una UE más social, más segura, más respetuosa del medio ambiente…y más fuerte también en el mundo».
«Si estoy aquí hoy, querido Giuseppe, es principalmente para indicar claramente la intención de trabajar juntos para el proyecto europeo, para enviar un mensaje fuerte y claro de amistad al pueblo italiano por parte del pueblo francés. La amistad italiano-francesa es indestructible, a veces no estamos de acuerdo, puede suceder que peleamos y no nos entendemos, pero siempre nos encontramos juntos», aseguró, por su parte, Macron.
Daba por cerrados así los enfrentamientos y tensiones que han vivido las relaciones italo-francesas en los catorce meses del anterior Gobierno entre el M5S y la ultraderechista Liga de Matteo Salvini.
Como estaba previsto, el asunto de la inmigración, que enfrentó con dureza a París y Roma durante el anterior Ejecutivo por la política de bandera de Salvini de mano dura y puertos cerrados, estuvo en el centro del encuentro de hoy.
Macron y Conte coincidieron en señalar que se necesita un enfoque más humano pero de firmeza frente a los flujos migratorios, también que se articule un mecanismo europeo automático para los desembarcos y contribuir al desarrollo de los países africanos de origen para reducir esas situaciones.
«El fenómeno migratorio es muy complejo, debemos sacar el asunto de una propaganda incluso antieuropea… pero ofrecer una respuesta rigurosa. Italia no se presta a bajar la guardia contra el tráfico de personas… pero también tenemos que gestionar el fenómeno de una manera práctica», afirmó el primer ministro italiano.
Y agregó: «Es esencial que la UE vuelva la página hacia una gestión estructural y no de emergencia de los flujos. He recibido la plena disponibilidad de Macron para un mecanismo europeo de desembarques, redistribución y gestión efectiva de las repatriaciones».
Al respecto, el presidente francés respondió: «Estoy convencido de que se necesita un mecanismo europeo automático para la recepción de inmigrantes, que garantice a Malta e Italia, antes de que lleguen los inmigrantes, que (otros países) se harán cargo de ellos».
«Creo firmemente, como ha dicho Conte, que la respuesta al fenómeno de la migración no está en el retroceso, en la provocación nacionalista, sino en la construcción de soluciones de cooperación europea verdaderamente efectivas», subrayó.
Conte y Macron abordaron también la crisis de Libia y el dirigente francés habló de «una verdadera convergencia franco-italiana».
«Estamos convencidos de que la salida se encontrará solo con compromiso político y diálogo…la idea de una conferencia internacional libia y una interlibia para la reconciliación de todas las partes «, declaró Macron.
A su llegada a Roma esta noche, Macron mantuvo un primer encuentro con el presidente italiano, Sergio Mattarella, en el palacio del Quirinale, en una visita destinada a abrir un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales que concluye con una cena de trabajo con Conte.
Atrás quedan los desplantes, insultos y tensiones que han caracterizado las relaciones con el anterior Ejecutivo del M5S y la Liga, hasta el punto de que Francia llamó a consultas a su embajador en Italia el pasado mes de febrero después de que el entonces vicepresidente del Gobierno italiano y líder del Cinco Estrellas, Luigi Di Maio, se reuniera en París con un grupo de «chalecos amarillos».
Aunque Di Maio es ahora ministro de Exteriores en el nuevo Ejecutivo tendrá que moderar su estilo, que le llevó incluso a acusar a Francia de colonizar y empobrecer África, entre otros desencuentros.
Mientras, la salida de Salvini del Gobierno ha abierto la puerta a la colaboración en el terreno de la inmigración y el acercamiento a Europa.