Tegucigalpa –  El gobierno del Japón amplió su asistencia para la emergencia por la COVID-19 en Honduras a través de la Secretaría de Salud y la oficina de Unicef en el país centroamericano.

En ese orden, el gobierno del Japón oficializó a la República de Honduras, la cooperación de 2 millones de dólares americanos (50 millones de lempiras)), los cuales serán utilizados para el desarrollo de la «Cadena de Frío» de la Sesal, fortaleciendo sus mecanismos para la debida conservación, almacenamiento y distribución de la vacuna contra el COVID-19.

Esta cooperación incluye la donación de equipo especializado como ser: refrigeradores (380 unidades), cajas térmicas para transporte de vacunas (200 unidades), vehículos especiales con cámaras de frío (4 unidades), como también Ia ampliación de las instalaciones del almacén regional biológico del departamento de Gracias a Dios y las capacitaciones para el personal médico y técnico en temas de operación y mantenimiento de los equipos; uso, monitoreo y análisis de los datos e información para formulación de políticas regulatorias, entre otros, indicó Unicef en un comunicado.

Mediante esta asistencia de emergencia también se habilitarán tres “Centros de Atención al Migrante Retornado (CAMR)” ubicados en la zona norte del país (San Pedro Sula, La Lima y Omoa) para que puedan brindar servicios de vacunación contra la COVID-19 en el momento que llega la población migrante retornada a cada uno de los centros.

Con esta cooperación se estima se beneficiará a un millón 143 mil 84 mayores de 12 años pendientes de la primera dosis de la vacuna, un millón 742 mil 352 personas mayores de 12 años que deben completar el esquema completo de vacunación y alrededor de 200 mil niños entre 5 y 11 años que estarán iniciando su esquema de vacunación.

Dicha asistencia, será llevada a cabo a través del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) mediante su oficina de representación en Honduras.