Washington – Los empresarios latinos, que dirigen cerca de 4,5 millones de compañías en Estados Unidos, necesitan ayuda «inmediata» y esperan que el Congreso destine 250.000 millones de dólares en programas para los negocios pequeños y medianos, indicó el presidente de la Cámara de Comercio Hispana (CCH), Ramiro Cavazos.
«El mayor impacto mayor del cierre de actividades es la pérdida de ingreso para los negocios pequeños», dijo Cavazos en una entrevista telefónica con Efe. «Hay en Estados Unidos unos 30 millones de empresas pequeñas y 4,5 millones de ellas son de empresarios hispanos», destacó sobre el peso que tienen los latinos sobre la economía nacional.
«Se ha perdido mucho negocio y el impacto ha sido directo sobre compañías que son buenas pero, aún en tiempos normales, son pequeñas y frágiles», añadió. «Con esta crisis ha sido muy difícil, vemos a los dueños de tiendas y restaurantes, ellos y sus familias haciendo lo posible por sobrevivir».
Con casi el 80 % de la población de Estados Unidos bajo instrucciones de quedarse en casa, millones de personas han sido capaces de continuar sus trabajos desde casa mediante la conexión por internet, pero Cavazos señaló que «muchos latinos no tienen acceso a internet, o una computadora».
«Otros muchos trabajan en labores que no pueden realizarse a distancia: la construcción, agricultura, jardinería, limpieza en hoteles y hogares, restaurantes o el cuidado de niños», añadió.
Con la expectativa de que el Congreso apruebe en la segunda quincena de abril otro paquete de recursos federales para paliar el impacto económico de la pandemia, Cavazos señaló que los empresarios hispanos «necesitan ayuda inmediata para pagar sueldos, el alquiler de locales y oficinas, electricidad y agua», entre otros.
«El Gobierno ya ha aprobado 350.000 millones de dólares para las empresas, pero necesitamos más recursos, otros 250.000 millones de dólares especialmente para préstamos de bancos comunitarios».
El presidente de la CCH explicó que la mitad de los empresarios latinos en EEUU no tiene cuenta bancaria con instituciones grandes, «no tienen un banquero nacional, no tienen un programa de protección de nómina.
«Millones de empresas pequeñas no pudieron solicitar las ayudas ya aprobadas porque no tienen esa relación con un banco grande», añadió. «Podría aplicarse un ajuste de los pagos sobre préstamos ya pendientes con la Administración de Pequeñas Empresas (SBA, en inglés). Esto puede hacerse con ajustes de la tasa de interés, o postergando los pagos por un año».
«Tenemos que salvar esos negocios y regresarlos a la operación pronto», continuó Cavazos. «Hay que darles préstamos o donaciones o vamos a perder muchos negocios permanentemente».
El daño entre los empresarios latinos es grande – destacó – como consecuencia de esta pandemia que ha causado ya más de medio millón de contagios y provocado la muerte de más de 22.000 personas en EE.UU., según de la universidad Johns Hopkins.
Otra área donde Cavazos señaló la oportunidad, y necesidad, de dar sustento a las empresas latinas es la integración de esos negocios en la red de suministros del país «para salir fuertes después de la crisis».
La red de suministros, tanto de alimentos como de artículos de consumo, medicamentos, ropas, combustibles y herramientas, se ha mantenido estable desde que a fines de febrero empezó a sentirse el impacto de la pandemia de coronavirus.
Pero «es a las grandes empresas como Walmart y Kroger que les va bien» tanto en sus compras a los productores, como en su red de distribución por todo el país, y las ventas.
Cavazos abogó porque se tomen medidas para incorporar a los productores y mayoristas latinos y recordó que los casi 60 millones de hispanos son el 18 % de la población de Estados Unidos.
«Esta crisis da una oportunidad para empujar y promover participación de los latinos con grandes empresas», agregó.
Por su parte, Richard García, director de operaciones de la CCH, señaló la necesidad de «recibir más apoyo para la asistencia técnica a los empresarios latinos».
«Hay muchos que no saben cómo llenar el papeleo, cómo se prepara la documentación», dijo. «Se necesita gente que los entienda en su idioma y les guíe cómo tramitar todo en los bancos».
«Pedimos más apoyo del Congreso para esto, pero también a las asociaciones civiles, las organizaciones no gubernamentales, a las más de 250 cámaras de comercio que integran esta organización».