Tegucigalpa – Las autoridades migratorias de Estados Unidos deportaron este jueves a un grupo de 122 hondureños indocumentados, 55 menores y 67 padres, en un vuelo en el que también llegó al país el director interino de Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés), Matthew Albence.
Los repatriados llegaron a la ciudad de San Pedro Sula, norte de Honduras, en un avión desde McAllen, Texas, y fueron recibidos por la primera dama del país, Ana García de Hernández, y otros altos cargos hondureños.
Con este grupo, la cifra de hondureños retornados en lo que va de 2019 es de 81.463, de ellos 28.722 provenían de Estados Unidos, según cifras del Observatorio Consular y Migratorio de Honduras.
Una delegación de EE.UU., encabezada por Albence y la directora del Departamento de Operaciones, Cumplimiento y Remoción del ICE, Marlen Piñeiro, llegó a Honduras en el mismo vuelo que los hondureños deportados.
La primera dama hondureña y la delegación estadounidense, incluida la encargada de negocios de la Embajada de EE.UU. en Honduras, Colleen Hoey, visitaron el Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR) del municipio de La Lima, departamento norteño de Cortés, sin ofrecer declaraciones, informó la Casa Presidencial.
Según estimaciones oficiales, en Estados Unidos viven más de un millón de hondureños, la mayoría de ellos en condición irregular, que han escapado de situaciones que afectan al país centroamericano como la violencia.
Miles de centroamericanos, en su mayoría hondureños y salvadoreños, abandonaron su país a mediados de octubre de 2018 en distintas caravanas con el afán de llegar a EE.UU. y solicitar asilo.
El proceso se repitió en enero pasado con dos nuevas caravanas que partieron desde Centroamérica, en su mayoría grupos de familias y jóvenes.
El Gobierno de Donald Trump exigió este martes a México redoblar sus esfuerzos para reducir el flujo de indocumentados que llegan a la frontera común, pero el Ejecutivo mexicano defendió que el descenso en el tránsito migratorio ya es “irreversible” y opinó que Washington está «lejos» de retomar su amenaza de aranceles.
El acuerdo migratorio alcanzado en junio establecía un periodo de revisión de 90 días, que concluyó este mes, para que ambas partes evaluaran la efectividad de lo acordado, y Washington se reservaba el derecho a reactivar su amenaza arancelaria si no estaba satisfecho tras ese periodo.
Además, establece la aplicación de los Protocolos de Protección de Migrantes (PPM), más conocida como «Permanezcan en México», que permite a Washington devolver a México a los solicitantes de asilo que llegan a su frontera sur, para que esperen allí a que se resuelvan sus casos en EE.UU.
Bajo el programa, Estados Unidos ya ha devuelto a México este año a más de 38.323 inmigrantes, de ellos 13.728 son hondureños, señaló la Presidencia hondureña.
Esa iniciativa comenzó a aplicarse este año en tres puntos de entrada de la frontera, y en junio, México accedió a expandir la implementación del programa a lo largo de toda la zona limítrofe.