San Lorenzo de El Escorial (Madrid) – El jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el almirante general Teodoro López Calderón, ha manifestado la necesidad de que la UE invierta en países del Sahel para paliar amenazas como el terrorismo y fenómenos como la inmigración ilegal procedentes de esta zona de África.

Esta es una de las conclusiones de su discurso de clausura del curso de verano de la Universidad Complutense «Tendencias geopolíticas ¿hacia dónde va Europa?» organizado por el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN).

Teodoro López Calderón ha resaltado tres aspectos que considera que tendrán una gran influencia en el futuro de la seguridad europea, el Sahel, las relaciones con Rusia y la competición entre Estados Unidos y China.

En relación con el Sahel ha comentado que «la seguridad del continente no comienza en la orilla del Mediterráneo sino 4.700 kilómetros más allá».

«La Unión Europea (UE) tiene la necesidad de hacer frente a desafíos como el terrorismo trasnacional, las redes de crimen organizado, la pobreza, la mala gobernanza, la dificultad de acceso a los servicios básicos, el impacto del cambio climático y el crecimiento demográfico», ha dicho.

Y ha recalcado que son «desafíos tremendos que confluyen en este espacio geográfico y que suponen una amenaza real para nuestra seguridad».

A juicio del Jemad exigirán «la acción coordinada para crear un entorno seguro y estable a la vez que fomente una inversión eficaz que permita el desarrollo económico y social y proporcionar así un futuro a una población muy joven que hoy no tiene perspectivas, evitando o por lo menos aminorando el impacto que supone para Europa la inmigración irregular».

«Tampoco tenemos que dejar huecos estratégicos en ese espacio porque son inmediatamente rellenados por nuestros competidores y tenemos así la presencia de Rusia y China que cada día muestran más interés por esta zona y que toman medidas y acciones que no van a resolver el problema actual que plantea el Sahel», ha advertido.

Respecto a Rusia ha resaltado que «se autoconsidera una gran potencia, actúa desde esa premisa y únicamente acepta negociar desde una base de igualdad con otras potencias, entre las que considera a la UE en su conjunto».

«Después de una breve luna de miel con occidente Rusia ha considerado la ampliación de la OTAN hacia el este como una línea roja estratégica», ha comentado López Calderón.

Ha recordado que «esa ampliación se ha ido realizando progresivamente desde 2004 pero desde la guerra de Georgia en 2008 y especialmente tras la invasión de Crimea en 2014 se ha producido un importante deterioro de las relaciones de nuestro bloque con Moscú».

López Calderón ha aclarado que a día de hoy no se considera que la rivalidad pueda llevar a una agresión rusa armada de tipo tradicional sobre algún Estado protegido la Alianza Atlántica.

«Lo que sí podemos afirmar es la importancia que Rusia ha otorgado al desarrollo de las capacidades militares ofensivas en nuevos entornos como el cibernético o el cognitivo en los que su asertividad ha ido creciendo progresivamente», ha indicado.

Para el Jemad «las relaciones de Europa con Rusia deben mantener y combinar adecuadamente la disuasión y el diálogo».

En cuanto a la competición entre Estados Unidos y China estima que Europa debe avanzar en su autonomía estratégica si no quiere perder peso e influencia en el actual escenario internacional.

«Europa lógicamente desea expandir su relación comercial con China y mantener la que ya tiene con Estados Unidos pero con la idea subyacente de no generar dependencias estratégicas y de eliminar en la medida de lo posible las existentes», ha señalado.

Teodoro López Calderón ha expuesto que «únicamente una UE fuerte y cohesionada podría afrontar el reto estratégico del enfrentamiento chino-norteamericano con una posición propia».

En este sentido estima «fundamental reforzar las relaciones con países como Japón, Corea del Sur, Australia o India con los que puede haber coincidencias en la manera de afrontar el problema que representa China».