Los Ángeles (EE.UU.) – Organizaciones civiles denunciaron que cerca de 200 inmigrantes, la mayoría trabajadores del campo, fueron detenidos en redadas migratorias que los tomaron por sorpresa en el Valle Central de California (EE.UU.), una zona importante para la agricultura.
La Unión de Trabajadores Agrícolas (UFW, en inglés) denunció además «discriminación racial» durante el operativo realizado por agentes migratorios que viajaron más de 500 kilómetros, lejos de sus jurisdicciones, para hacer los arrestos la semana pasada.
El pasado 7 y 8 de enero agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) sorprendieron a la comunidad de Bakersfield, con los operativos que se desarrollaron sin previo aviso.
Las acciones generaron gran confusión en la comunidad ya que los agentes de CBP tienen la autoridad para conducir búsquedas sin orden judicial de vehículos dentro de las 100 millas (unos 160 kilómetros) de cualquier frontera o vía marítima internacional. Pero Bakersfield se encuentra en el Valle Central alejado de la costa pacífica de California.
Tras la polémica, CBP dijo en una declaración que envió al menos 60 oficiales para realizar el operativo enfocado en detener a indocumentados con antecedentes criminales.
«Sabemos que esta no fue una operación dirigida (a indocumentados con antecedentes criminales) como la describió el jefe de la Patrulla Fronteriza», dijo en una conferencia de prensa Ambar Tovar, director de Servicios Legales de la Fundación UFW.
La activista explicó que llegaron a esa conclusión después de hablar con algunos inmigrantes liberados y testigos de las redadas realizadas en una gasolinera, el estacionamiento de una tienda de construcción de Home Depot y varios puntos de encuentro de migrantes.
«Esto fue una operación dirigida por perfiles raciales», subraya Tovar, que explicó que las detenciones iniciaron en la Autopista 99, usada por la mayoría de trabajadores agrícolas para ir y regresar de los cultivos.
En el comunicado CBP dijo que había realizado 78 arrestos, pero fuentes le han dicho a UFW que la cifra de detenidos podría superar los 200, el número que incluye a 50 mexicanos que aceptaron irse del país y no pelear sus casos.
Tovar advirtió de que las autoridades de inmigración están «intimidando y coaccionando» a los detenidos para que firmen sus salidas voluntarias y renuncien a pelear su caso en la corte de inmigración.
Temor e incertidumbre
Las redadas han causado miedo y perturbación generalizados en las comunidades que ya están lidiando con las amenazas de deportaciones masivas por parte de la administración del presidente electo, Donald Trump, que asume el próximo lunes.
«Desde el martes pasado, 7 de enero, la UFW ha sido inundada de llamadas de trabajadores del condado de Kern pidiendo ayuda y orientación después de las redadas», indicó Arelí Arteaga, directora política de UFW.
Al menos dos miembros del sindicato fueron detenidos y deportados a México. Ambos trabajadores agrícolas tienen hijos menores.
«En ambos casos, se trata de una familia de trabajadores agrícolas que ha perdido a un padre, un esposo y el principal sostén de la familia. Esta es la desgarradora realidad», agregó Arteaga.
Por su parte, Antonio De Loera-Brust, director de comunicaciones de UFW, advirtió de que este tipo de redadas supone «un efecto paralizante» en los lugares de trabajo y afectará la economía de la región.
UFW y ACLU no han descartado emprender una acción legal contra CBP.
Por el momento las dos organizaciones han emprendido una serie de campañas educativas sobre los derechos de los inmigrantes.
«El hecho de que la Patrulla Fronteriza te detenga no significa que se acabó el juego», dijo De Loera-Brust. «Puedes esperar a que se inicie un proceso legal en el que tengas derecho a un juez». EFE