Nueva York – La jueza federal hispana Esther Salas habló en un emotivo video por primera vez desde el ataque armado de un abogado «anti-feminista» a su casa, en el que falleció su hijo de 20 años, para pedir más protección para jueces y servidores públicos.
Salas recordó la fatídica tarde del 19 de julio en la que el abogado Roy Den Hollander llamó a su puerta armado, poco después de haber estado celebrando el cumpleaños 20 de su único hijo, Daniel Anderl, que murió de un tiro en el pecho.
«Daniel y yo bajamos al sótano y estábamos charlando, como siempre hacemos. Y Daniel me dijo: ‘sigamos hablando, me encanta hablar contigo’. En ese exacto momento el timbre sonó y Daniel me miró y me dijo: ‘¿Quién es?’ Y antes de poder decir nada salió corriendo hacia arriba. A los pocos segundos, escuché el sonido de las balas y alguien gritando ¡no!», relató Salas.
Den Hollander, que había lanzando insultos racistas contra la juez en internet por un caso pendiente que tenía ante su tribunal, huyó de la escena del crimen y al día siguiente apareció muerto en el estado de Nueva York en un coche, en lo que ha sido clasificado como un suicidio.
El abogado dedicó su vida a casos en los que consideraba que se discriminaba a los hombres y aparentemente sufría un cáncer terminal.
Den Hollander también ha sido responsabilizado del asesinato en California de otro abogado, que rivalizaba con él.
En el ataque a la casa de Salas también resultó herido su marido, que, según detalló la juez en su video, se salvó porque el hijo se interpuso entre el atacante y su padre, que aún se recupera de las heridas.
La juez federal del distrito de Nueva Jersey, que en algunos momentos de la alocución tuvo que detenerse para no romper a llorar, aseguró que están viviendo «la peor pesadilla de unos padres».
Salas recordó que Den Hollander, al que llama «depravado» y un «loco», pudo acceder a información personal de su familia, desde su dirección hasta la iglesia a la que acudían, gracias a que en internet hay empresas que comercian con datos personales.
«Hasta el momento no hay nada que podemos hacer para evitarlo y esto es inaceptable», aseveró la juez, que pidió que se tomen medidas para proteger a jueces de personas que les quieran hacer daño por el mero hecho de ser servidores públicos.
Salas se convirtió en 2010 en la primera jueza federal hispana del distrito de Nueva Jersey, desde donde ha llevado casos de alto perfil.