Tegucigalpa – La actividad económica de Honduras creció un 2,5 % entre enero y mayo de este año, crecimiento impulsado principalmente por hoteles y restaurantes e intermediación financiera, informó este martes el Banco Central (BCH).
La producción nacional de Honduras continúa en «la senda positiva» al crecer 2,5 % entre enero y mayo a pesar del «entorno internacional adverso y con alta incertidumbre», indicó el BCH en un informe.
Agregó que la variación interanual en la serie original del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), un indicador que mide los principales sectores de la actividad económica de un país y es utilizado para la toma de decisiones de inversión, fue del 4 %.
El IMAE a mayo fue contrarrestado parcialmente por la reducción en la industria manufacturera debido a la baja en la fabricación de productos textiles y prendas de vestir por quinto mes consecutivo como consecuencia del deterioro en la demanda de estos bienes por parte de Estados Unidos, enfatizó.
No obstante, el emisor destacó que en los primeros cinco meses de 2023 se registró un alza en el volumen de producción de bienes alimenticios, cemento y productos metálicos.
Las actividades con mayor crecimiento fueron hoteles y restaurantes (14,8 %); intermediación financiera, seguros y fondos de pensiones (11,4 %); transporte y almacenamiento (8 %); correo y telecomunicaciones (3,9 %), y construcción privada (3,1 %), detalló.
El sector electricidad y agua mantuvo los niveles de producción con una variación de 2,8 %, y el comercio reportó un incremento de 0,4 %, añadió la institución.
Por otra parte, la industria manufacturera (maquila) registró una disminución del 6,3 % debido a «la menor fabricación de productos textiles y prendas de vestir ante la baja demanda» por parte de Estados Unidos.
La industria básica de fundición de hierro, según el BCH, disminuyó su producción debido a inconvenientes en la obtención de materia prima por el conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que ha interrumpido la cadena de suministros.
Además, fue pausada debido a inversiones por mejoras y mantenimientos en las plantas productoras, por lo que la demanda nacional de estos productos fue cubierta a través de importaciones.
Sin embargo, en mayo pasado se reanudó de manera progresiva la fundición de hierro.
Lo anterior fue contrarrestado por el aumento en la elaboración de alimentos, bebidas y tabaco; fabricación de maquinaria y equipo, y minerales no metálicos (cemento y artículos de hormigón).