Bogotá – La Alcaldía de Bogotá comenzó hoy el traslado a albergues de 392 venezolanos, entre ellos niños y mujeres embarazadas, que huyeron de su país sumido en una crisis social y política y que ocupan un bosque cercano a la terminal de autobuses de la capital colombiana.
«Hoy empezamos una intervención en el asentamiento y la idea es que de aquí a unas dos semanas podamos hacer un levantamiento del campamento evitando que lleguen nuevas personas», dijo a Efe la secretaria de Integración Social de la Alcaldía de Bogotá, Cristina Vélez.
Según los datos del censo, en el asentamiento viven en carpas 392 personas, de las cuales 242 son hombres, 102 mujeres, 48 menores de edad, entre ellos 29 niños de menos de seis años.
Las autoridades migratorias de Colombia estiman que en el país hay cerca de un millón de venezolanos que han huido de su país envuelto en un caos social, económico y político.
Vélez explicó que con la intervención se busca censar a las personas que viven en el campamento, cercar el sitio para evitar el ingreso de más venezolanos y ofrecerles lugares dignos para vivir.
«Estamos levantando el campamento porque las condiciones no son aptas para las personas y mucho menos para los niños pequeños ya que se están enfermando», añadió la funcionaria, quien explicó que los primeros que serán trasladados a los albergues son los niños y las madres gestantes.
Las posadas, coordinadas por organizaciones religiosas y organismos multilaterales, están en diferentes puntos de Bogotá y serán «lugares de paso» para los venezolanos mientras pasan por un proceso de estabilización y deciden si quieren quedarse en Bogotá o migrar.
Sin embargo, Gabriela Castillo, venezolana de 22 años que vive en el campamento, dijo a Efe que «la propuesta de traslado (a los albergues) es solo para mujeres y niños» y que deben salir del lugar en los próximos quince días.
Explicó que la situación para ella y para otras madres es difícil porque dependen de lo que sus esposos puedan conseguir para subsistir y que no está dispuesta a separar a su familia. EFE