Sacaba (Bolivia) – Julia Flores, considerada la mujer más longeva de Bolivia y probablemente del mundo, celebró hoy sus 118 años en medio de reconocimientos de autoridades, regalos y una gran fiesta familiar rodeada de quienes quieren que el récord Guinness la reconozca como la mujer más anciana del planeta.
La centenaria boliviana, más conocida como Mamá Julia, nació el 26 de octubre de 1900 en la localidad de Japo en el norte de Potosí, pero migró a Sacaba, a 18 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, donde vive con su sobrina-nieta Agustina Berna y los hijos de esta.
La Alcaldía de Sacaba preparó a primera hora del día un festejo para Mamá Julia con banda de música, un pastel de cumpleaños con su fotografía y distintas masas o pastas que a ella le gusta comer.
«Es un mensaje de vida que tenemos en nuestro municipio, es la mujer más longeva y para nosotros es un motivo de orgullo festejar un año más de vida» dijo a Efe Juan Carvajal, secretario administrativo de la Alcaldía.
Carvajal comentó que están coordinando con la familia para postular a Mamá Julia al récord Guinness, para que sea reconocida oficialmente como la más longeva de Bolivia y del mundo.
«Es exigencia de la población que teniendo a la mujer más longeva podamos inscribirla y cumplir con los requerimientos que el récord Guiness requiere, entonces estamos en esa tarea», manifestó.
Los funcionarios de esa institución le cantaron junto a la banda de música el tradicional «feliz cumpleaños», luego Mamá Julia apagó las velas rosadas y le dio una probada al pastel con un dedo.
Los regalos comenzaron a llegar a las arrugadas manos de la centenaria, entre mantillas para el frío, mantas y suéteres que lució en ese momento, al igual que un sombrero típico de Cochabamba.
Carvajal le entregó en nombre de la Alcaldía un reconocimiento por sus 118 años.
Mamá Julia también recibió regalos de personas que se acercaron al lugar para abrazarle y sacarse una fotografía con ella.
César Calla fue una de ellas, que le escribió un acróstico, una composición poética para demostrarle que es un «ejemplo de vida» y también «una bendición» para los demás bolivianos.
«Ella nos inspiró con sus ganas de vivir, con su chispa, con su humor y su sonrisa y le hicimos el acróstico como regalo», expresó Calla a Efe.
Mamá Julia comió su pastel, uno de sus postres favoritos, mientras aplaudía y levantaba las manos de alegría.
Más tarde, Berna y sus hijos también prepararon un almuerzo para compartir con la centenaria y los otros familiares que llegaron para la celebración.
La casa estaba llena de gente entre amigos y voluntarios que tienen cercanía con Mamá Julia e incluso llegó el gobernador de Potosí, Juan Carlos Cejas, para felicitarle personalmente y brindarle su apoyo en lo que requiera.
«Voy a enviar a la parte social de parte de la Gobernación y posiblemente podemos ayudar con alimentos», declaró a Efe el gobernador.
Mamá Julia tenía reunida a su familia a su alrededor mientras sonaba la música y se repartían los platos de comida.
La centenaria pidió de regalo unos aretes y una de las invitadas se sacó los que tenía puestos y le puso a Mama Julia, que no podía esconder su felicidad por el presente.
«Este cumpleaños ha sido diferente para mi tía», señaló Rosa Lucas, sobrina de la agasajada.
Luego los invitados empezaron a colgar billetes en el suéter de Mamá Julia como parte de la costumbre del lugar, mientras la centenaria aplaudía y sonreía a todos los que se acercaban.
Su alegría fue tal que se levantó de su asiento y se puso a bailar con los de su alrededor, pidiendo que todos aplaudieran junto a ella.
Su familia solo desea que Mamá Julia viva muchos años más y que continúe llenando su casa de carisma y alegría.
«Estar con ella me da una alegría y una paz que no encuentro en otro lugar, siempre está sonriendo, siempre está alegre y verla me impulsa a seguir trabajando por los adultos mayores», expresó Rilma Guzmán, una de las invitadas.
Mamá Julia solo habla en quechua, como muchos de sus familiares, pero no eran necesarias las palabras para percibir que este cumpleaños fue uno de los mejores que ha pasado.
Según el Grupo de Investigación en Gerontología (GRG en sus siglas en inglés), la persona más longeva era la japonesa Nabi Tajima con 117 años, quien ostentaba ese Récord Guiness, pero falleció en abril de este año.
Sin embargo, Mamá Julia no figura en este registro, según el cual viven 36 personas en el mundo mayores a 112 años, de las que 34 son mujeres.