Los Ángeles – La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) actualizó este miércoles su política sobre persecuciones vehiculares con el fin de aumentar la seguridad, tras una serie de muertes relacionados con en estos incidentes en años recientes.
Aunque la nueva política no prohíbe la persecuciones de vehículos, sí presenta un “marco claro” para que los agentes sopesen los riesgos de realizarlas.
“La política establece los factores a considerar al decidir si se debe perseguir un vehículo y cuándo se debe terminar una persecución”, indicó la CBP en un comunicado.
La nueva directriz también aclara el estándar de “razonabilidad” cuando los agentes intentan cualquier detención o incautación.
El comisionado interino de CBP, Troy Miller, dijo que “la seguridad de los oficiales, agentes y el público es primordial mientras llevamos a cabo nuestra misión”.
La nueva actualización también aclara el papel de los supervisores de los agentes de CBP y establece requisitos claros de presentación de informes para mejorar la transparencia y la rendición de cuentas.
La CBP también estableció un equipo, que operará bajo la Dirección de Seguridad del Cumplimiento, que supervisará la implementación de la nueva política y la capacitación de los agentes.
La nueva política entrará en vigor después de un periodo de capacitación de los agentes que durará varios meses.
La agencia ha estado bajo el escrutinio público después de varias muertes relacionadas con persecuciones realizadas por sus agentes en la frontera sur.
La Unión estadounidense de Libertades Civiles en Texas denunció a principios de semana que en 2022 la CBP estuvo relacionada con la muerte de 43 migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México. Más de la mitad de estos decesos están relacionados con persecuciones vehiculares de agentes de la Patrulla Fronteriza.
En 2021 las persecuciones de CBP dejaron 22 personas muertas, 14 en 2020 y 2 en 2019, aseguró en un reporte anterior la ACLU.