Bruselas – La Comisión Europea (CE) afirmó hoy que la futura guardia fronteriza comunitaria, a la que quiere reforzar hasta llegar a los 10.000 efectivos, podrá «como último recurso» actuar sin la invitación de un Estado miembro cuando se dé una amenaza para el interés global de la Unión Europea (UE).
«Hay la posibilidad de que la agencia intervenga en un Estado miembro porque lo pida el país porque tenga dificultades. Pero también puede intervenir aunque no lo pida, como una medida de último recurso, cundo esté en riesgo el interés la UE en su conjunto», comentó hoy en rueda de prensa de la CE la portavoz Natasha Bertaud.
La portavoz hacía esta aclaración en alusión a la propuesta realizada por Bruselas el pasado día 12 para una mejor gestión de las fronteras exteriores de la Unión.
Bertaud explicó que si una situación en una frontera exterior requiere acción inmediata y el Estado miembro concernido «no toma la acción que es recomendada por la agencia para arreglar el problema, o rechaza cooperar con la agencia y no permite el despliegue de equipos de intervención en su territorio, la CE tendría dos posibilidades de actuación».
Una de ellas es iniciar un procedimiento de infracción estándar y, la otra, activar el artículo 29 del código de fronteras Schengen, sobre la reintroducción excepcional de controles fronterizos interiores.
«El artículo 29 no quiere decir echar a nadie de Schengen, sino que cuando hay un problema, una deficiencia grave en las fronteras exteriores de la UE, entonces otros Estados miembros tendrán la posibilidad de introducir fronteras interiores», explicó la portavoz.
El comisario europeo de Interior, Dimitris Avramópulos, explicó el pasado día 13 que todas las operaciones de esa guardia fronteriza tendrán lugar bajo el «control y mando» del país de acogida, e hizo hincapié en que, aunque los agentes estarán autorizados para llevar armas, «no se debe interpretar que vamos a desplegar guardias armados para cerrar las fronteras».
El objetivo, dijo, es «gestionar y proteger mejor» las fronteras externas de la Unión, permitiendo a los agentes desarrollar nuevas labores como, por ejemplo, controles de identidad. EFE