Washington – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó este jueves su preocupación por la expulsión de inmigrantes por parte de Estados Unidos hacia el sur de México, en virtud de una norma que ampara la devolución de los extranjeros para evitar la propagación de la pandemia del coronavirus.

En su cuenta de Twitter, la Comisión se pronunció sobre la aplicación del Título 42, una norma aprobada durante el Gobierno del ahora expresidente Donald Trump (2017-2021) y que la Administración de Joe Biden extendió tras su llegada al poder en enero pasado.

El Título 42 fue emitido por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) e impide el ingreso de inmigrantes indocumentados al país, aunque desde julio de 2021 rige una excepción para los migrantes menores de edad.

La CIDH manifestó su preocupación por la expulsión y traslado de personas migrantes y solicitantes de asilo, en virtud de la aplicación de ese título, «en avión hacia el sur de México, donde algunas ya habrían sido devueltas de ahí a Guatemala».

En un hilo de mensajes, el organismo con sede en Washington detalló que, según la oficina en Estados Unidos de la agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, esa orden de salud pública «impide el acceso a los procesos de asilo o la identificación de necesidades de protección».

Además, permite la devolución en cadena a terceros países, de forma contraria al principio de «non-refoulement» o no devolución, que prohíbe devolver a las personas a un territorio donde su vida o integridad corran peligro.

En ese contexto, la CIDH urgió a Estados Unidos a «levantar las restricciones de acceso al territorio y a los procedimientos de protección bajo el Título 42», con apego al principio de no devolución y «demás principios y estándares interamericanos de protección».

El pasado martes, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, aseguró que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) comenzó a transferir a las familias expulsadas bajo el título 42 al interior de México.

Psaki explicó que la medida busca reducir la posibilidad de que las personas deportadas intenten reincidir y volver a territorio estadounidense y, además, evitar una mayor expansión de la variante delta, a la que se le atribuye el repunte de los nuevos casos de covid-19 en EE.UU.