A cook and his wife wear face masks as they wait for customers in their restaurant of the Grand Central Market, amid the coronavirus pandemic in Los Angeles, California. EFE/EPA/ETIENNE LAURENT/File

Los Ángeles – El avance económico de las latinas en la última década ha desaparecido en los últimos meses a causa de la COVID-19 debido a su elevada participación en el sector de servicios, fuertemente impactado por la pandemia, y al recorte de sus horas de trabajo, señala un informe de la organización Hispanas Organizadas por la Igualdad Política (HOPE), presentado este jueves en California.

Debido a su alta participación laboral como proveedoras de servicios, las trabajadoras latinas californianas se han visto especialmente perjudicadas por la pandemia al verse los negocios de este sector obligados a cerrar al inicio de la crisis sanitaria, destaca el análisis de HOPE, una organización no partididista sin fines de lucro.

Asimismo, señala que las madres hispanas han sufrido un recorte en sus horas de trabajo cuatro a cinco veces mayor que los padres, en parte por la necesidad de atender a sus hijos durante las clases a distancia y al no tener opciones de cuidado infantil disponibles.

“Ha sido bien difícil. Hicieron recortes en el edificio donde yo trabajo y ya no trabajaba las ocho horas sino cinco horas y media, y las personas que viven conmigo también dejaron de trabajar”, contó a Efe Verónica Lagunas, una madre salvadoreña beneficiaria desde hace 19 años del programa Estatus de Protección Temporal (TPS) que vive con sus padres.

“Tengo un hijo de 16 años y yo estaba ahorrando para que pueda ir a la universidad y tuve que echar mano de esos ahorros”, agregó Lagunas, que también tiene una niña de 11 años.

Adicionalmente, las latinas son los trabajadores más mal pagados de toda la escala laboral, según detalló la doctora Elsa Macías, autora principal del reporte “El Estado Económico de las Latinas: Aumentar las Oportunidades Educativas Para Abordar las Barreras a la Prosperidad Económica”.

La desigualdad salarial es especialmente marcada en contra de las mujeres latinas en comparación con los hombres blancos no hispanos.

“Una latina debería trabajar hasta la edad de 116 años para ganar lo que un hombre blanco (no latino) gana a la edad de 60”, destacó el informe.

En California, hasta mayo pasado, “28,9 % de todas las latinas perdieron sus trabajos en los primeros meses de la pandemia”, al igual que 36,3 % de las latinas indocumentadas, explicó Macías.

En comparación, a esa fecha 25,4 % de las mujeres afroamericanas habían perdido sus empleos así como 9,4 % de las blancas no hispanas.

«RACISMO SISTÉMICO»

“Las latinas se han visto afectadas de manera desproporcionada por la pandemia de COVID-19 tanto en la salud como en el trabajo, destacando el racismo sistémico que daña a nuestras comunidades”, afirmó Helen Torres, directora ejecutiva de HOPE, en la presentación virtual del reporte.

Así, las mujeres latinas se han visto en general “excluidas de la grandes industrias así como de la industria tecnológica de Silicon Valley”, argumentó la líder de HOPE.

La diferencia se nota igualmente en los resultados académicos de la educación básica en California, donde 86 % de las latinas se graduaron de preparatoria de preparatoria en 2019, aunque en 2018 solo 63 % de las latinas que se graduaron se inscribieron en la universidad.

La brecha aumenta cuando se considera la graduación universitaria, señaló Macías, al anotar que mientras 43 % de las mujeres blancas no hispanas obtienen un título universitario de cuatro años, solo 15 % de las latinas lo alcanzan.

No obstante, la presencia de la mujer latina en los puestos estatales de elección en California se ha triplicado en los últimos cinco años. Mientras en 2015 había cinco latinas elegidas a nivel estatal, este número llegó a 16 en 2020.

Además, la mujer latina muestra una gran iniciativa empresarial que debe ser apoyada, según recomienda el análisis.

A nivel nacional las latinas crearon 2,3 millones de nuevos negocios entre 2014 y 2019, aunque 89 % fueron microempresas.

Por lo mismo, los ingresos de los negocios de propiedad de latinas fueron menores en comparación con los del resto de las mujeres. En 2019 el promedio de ingresos de los negocios de latinas fue de 50.900 dólares en comparación con 142.900 del resto de negocios de propiedad femenina.

El estudio marca la importancia de “enfrentar los resultados de la desigualdad educacional que las estudiantes latinas sufren debido a las disparidades estructurales”.

Igualmente pidió políticas que apoyen la propiedad de negocios y vivienda de la latinas, aumentar el acceso a los seguros de salud y “asegurar que aquellas con las mayores necesidades y los menores recursos tengan acceso a oportunidades”.