Un grupo de viajeros es visto este domingo en el aeropuerto Arturo Merino Benítez en Santiago (Chile). EFE/Alberto Valdés

Madrid – Cerca de tres millones de jóvenes españoles de entre 16 y 34 años se encuentran en situación de exclusión social como consecuencia de la pandemia del coronavirus, según un informe elaborado por la Fundación Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada (FOESSA) y la ONG católica Cáritas, que ubica en esas circunstancias a un total de once millones de personas en España.

De los 2,7 millones de jóvenes que ambas organizaciones calculan se encuentran en esa situación, casi la mitad están en exclusión severa desde el inicio de la crisis sanitaria en el país, de acuerdo a los datos presentados este martes en el informe «Evolución de la cohesión social y consecuencias de la covid-19 en España».

En 2021 se sumaron más de 650.000 nuevas personas jóvenes (16-34 años) a la exclusión, la mayoría en situación severa, lo que supone 500.000 más con respecto a 2018 y elevan a un total de 1,4 millones de jóvenes en situación de exclusión severa.

«Cada crisis aumenta la desigualdad y el impacto de esta ha sido grave y severo», subrayó la secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiro, en la presentación hoy del informe, quien detalló que de los once millones de personas que ha dejado la pandemia en exclusión social, seis millones ya en situación de pobreza severa, lo que supone 2,5 millones más que en 2018 y la cifra más elevada registrada en España desde 2007.

Según la investigación, a partir de una encuesta a 7.000 hogares, la precariedad laboral durante la crisis sanitaria se ha duplicado y alcanza a casi 2 millones de hogares que dependen económicamente de una persona sustentadora principal que sufre inestabilidad laboral grave (con tres o más contratos en un año o que han trabajado en tres o más empresas o que han estado tres o más meses en paro en el año).

Durante la crisis, esta situación ha alcanzado a 800.000 familias y el desempleo total familiar, casi se ha duplicado, es decir hay casi dos millones de hogares donde todas las personas activas están en paro, explicó el coordinador del Equipo de Estudios de Cáritas y secretario técnico de FOESSA, Raúl Flores.

Pese al aumento de la protección social, advirtió Flores, no se ha logrado compensar esta situación y un tercio de estos hogares (600.000) carece de algún tipo de ingreso periódico.

Además, la pandemia ha destapado un nuevo factor de exclusión social: la desconexión digital, «el nuevo analfabetismo del siglo XXI», destacó el representante de FOESSA, que también alertó del aumento de la brecha de género ya que esta crisis ha tenido más impacto en sectores más feminizados, como el comercio o la hostelería.