Mujeres con tapabocas caminan este miércoles en la Calle Peatonal de Tegucigalpa (Honduras). EFE/Gustavo Amador

Tegucigalpa – Las muertes violentas se han reducido un 22 % en Honduras, pero las denuncias por violencia machista aumentaron 4,1 % en medio de la emergencia por la pandemia de COVID-19, alertó este miércoles el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma del país centroamericano.

Honduras ha sido considerado uno de los países más violentos del mundo por las altas tasas de muertes violentas, sin vivir en guerra, pero los últimos años ha logrado reducir la tasa de 85,5 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2012 a 44,2 en 2019.

Entre enero y mayo de este año se registraron en Honduras 1.182 asesinatos, 334 menos (22 %) frente a los 1.516 reportados en el mismo periodo de 2019, en parte, debido a la crisis por el coronavirus, indicó en entrevista con Efe la directora del Observatorio de la Violencia, Migdonia Ayestas.

«Hay una baja, en promedio 7 homicidios diarios, la mayoría de ellos por ajustes de cuenta», subrayó Ayestas, quien dijo que la mayor parte de las muertes violentas se producen con armas de fuego y blanca.

FIN DE SEMANA, DÍAS MÁS VIOLENTOS

El descenso no ha sido tan evidente a partir de la segunda quincena de marzo, pese a que el mandatario de Honduras, Juan Orlando Hernández, decretó un toque de queda, que se ha extendido hasta el próximo domingo, y ordenó el cierre de las fronteras, la suspensión del transporte público y de centros educativos, agregó.

Las medidas fueron establecidas por Hernández con el objetivo de evitar la expansión del coronavirus después de que el 11 de marzo se detectaran los primeros tres casos de la enfermedad en Honduras.

Entre el 15 de marzo y mayo se reportaron en el país 443 homicidios, es decir un 41,2 % menos frente a las 755 muertes violentas del mismo periodo de 2019, según cifras del Observatorio de la Violencia.

Ayestas lamentó que el sábado y domingo, días cuando nadie circula en Honduras, se reporta «la mayor incidencia de homicidios», al acumular el 33,2 % del total de víctimas.

Durante la cuarentena en Honduras «ningún día ha cerrado con cero homicidios», señaló el Observatorio de la Violencia, que precisa además que los departamentos con mayor incidencia son Cortés (norte), Francisco Morazán y Comayagua (centro), Atlántida (Caribe) y Olancho (oriente).

DELINCUENCIA NO DESCANSA

«La delincuencia y la criminalidad no han respetado la pandemia ni las normas de convivencia que ha estado estableciendo el Gobierno para quedarse en casa, todos los días de la semana están ocurriendo muertes violentas, pero se incrementan el fin de semana», enfatizó Ayestas.

La experta atribuyó a grupos del crimen organizado las muertes violentas que registra Honduras durante el confinamiento por el coronavirus.

«Las muertes son por problemas de delincuencia común (…), son por criminalidad organizada, ajuste de cuentas», subrayó.

Tras los primeros tres casos del coronavirus en Honduras en marzo, el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos ha reportado 5.527 personas contagiadas y 225 fallecidos por complicaciones de la enfermedad.

ENCIERRO AUMENTA VIOLENCIA MACHISTA

Aunque los homicidios han caído, no sucede lo mismo con las denuncias de violencia machista en Honduras.

«Quedarse en casa no ayuda y no es favorable precisamente para las mujeres, porque las pone en una situación de riesgos» al estar encerradas en casa con su principal agresor, su pareja, añadió.

Según el Observatorio de la Violencia, entre enero y mayo se presentaron en Honduras 31.480 denuncias por violencia doméstica, de las cuales 12.544 se registraron a partir de la segunda quincena de marzo pasado.

Antes de que se declarará la pandemia del coronavirus, en Honduras se registraban 1.721 denuncias por violencia machista a la semana, cifra que aumentó a 1.792 luego de que las autoridades establecieron medidas preventivas.

CONFINAMIENTO NO HA AYUDADO A REDUCIR VIOLENCIA

Para Ayestas, el confinamiento «no ha ayudado» a reducir más la violencia en Honduras, porque los delincuentes «no acatan las normas y retan a las autoridades» de Honduras, donde 45 mujeres han muerto durante la cuarentena por la mortal enfermedad.

«Las pandillas, las bandas criminales y los grupos del narcotráfico son los que están desarrollando su acción criminal”, aseguró.

Los sectores más afectados por las restricciones impuestas para prevenir el coronavirus y la violencia son “las mujeres y los niños”, subrayó.

Honduras vive una «cultura de violencia que avala y promueve la violencia contra las mujeres y los niños, los homicidios y lleva a muchas personas al suicidio», indicó Ayestas.

«La violencia y la criminalidad es un negocio ilícito rentable», aseguró la directora del Observatorio de la Violencia, quien instó a las autoridades a impulsar una estrategia preventiva de la delincuencia.