Tegucigalpa – La deportación de inmigrantes hondureños, principalmente de Estados Unidos y México, aumentó un 58,7 % entre enero y agosto de este año, en relación al mismo periodo de 2018, informó este jueves una fuente oficial en Tegucigalpa.
De acuerdo con un informe del Observatorio Consular y Migratorio de Honduras, entre enero y agosto pasado fueron retornados al país centroamericano 79.808 hondureños que estaban en condición irregular frente a los 50.288 del mismo periodo de 2018.
Del total de inmigrantes, detalla el documento, 51.277 provenían de México, 28.144 de Estados Unidos, y 387 de Centroamérica, Suramérica y Asia.
Señala que del total de enviados a Honduras en el periodo de referencia, 49.348 son hombres, 11.988 mujeres y 18.472 menores de edad.
Durante el año pasado fueron retornados a Honduras un total de 75.279 personas, que superaron la cifra de 49.022 del 2017 y a los 69.370 del 2016, según las cifras del Observatorio Consular.
En Estados Unidos, de acuerdo con la Cancillería, se calcula que viven alrededor de un millón de ciudadanos de Honduras, la mayor parte de ellos en condición irregular, que ha escapado de situaciones que afectan al país como la violencia.
Pese al incremento de las deportaciones, el envío de remesas de los inmigrantes hondureños se han mantenido al alza.
Honduras recibió 3.124,7 millones de dólares en concepto de remesas entre enero y julio enviadas por sus ciudadanos en el extranjero, principalmente en EE.UU., lo que representó un alza del 11,6 % respecto al mismo periodo de 2018, según el Banco Central del país.
El Gobierno de Honduras, así como el de El Salvador y Guatemala, países que integran el Triángulo Norte de Centroamérica, impulsa iniciativas para atender las causas estructurales de la migración.
El Triángulo Norte de Centroamérica y México impulsan además el Plan de Desarrollo Integral, cuyo objetivo es dar una perspectiva regional integral y prevé la atención prioritaria a todo el ciclo de la migración, trabajando en la creación de un fondo con el objetivo de ejecutar el Plan de Desarrollo Integral que incluya programas y acciones específicas, a efecto de generar empleos y combatir la pobreza.