La Haya – Las mafias de la trata y el tráfico de seres humanos se han digitalizado en pandemia para adaptarse a las restricciones de viaje y han cambiado la forma en la que reclutan, transportan y explotan a sus victimas, usando la crisis sanitaria como una “oportunidad”, advirtió este miércoles la agencia Europol.
El Centro Europeo de Tráfico Ilícito de Migrantes (EMSC) de Europol subrayó hoy en un informe que “la facilitación de la inmigración ilegal y el tráfico de personas siguen estando entre las amenazas criminales más graves” que afronta la Unión Europea (UE), y las redes criminales activas en este negocio ilegal “han seguido prosperando, mostrando un alto grado de adaptabilidad”.
La pandemia ha provocado en general un mayor uso de las tecnologías digitales y los delincuentes las han usado para explotar a los más vulnerables.
En este caso, tanto “para facilitar la inmigración ilegal como para la trata de seres humanos”, adaptándose a las nuevas reglas y aprovechando la pandemia como una “oportunidad” para hacer negocios ilegales.
Los traficantes de migrantes han usado más las plataformas de redes sociales y aplicaciones móviles para ofrecer sus servicios, mientras que las redes de la trata han abusado del anonimato del entorno digital para dirigirse a personas vulnerables y explotarlas a través de páginas web sexuales o plataformas de citas.
“El proceso de trata de personas, incluido el reclutamiento y los arreglos logísticos, se está digitalizando cada vez más, mientras que los lugares de abuso físico siguen siendo los mismos”, añadió la agencia europea en el informe.
Durante el 2021 se han abierto 6.139 nuevos casos de tráfico de migrantes y trata de seres humanos apoyados por Europol, lo que permitió la identificación de veintiséis objetivos de alto valor, personas investigadas en múltiples casos de alto perfil en diferentes jurisdicciones, según el informe anual de este centro de Europol, con sede en La Haya.
“Más digitalizados que nunca, (estas redes) abusan de las plataformas de redes sociales, aplicaciones móviles y herramientas de comunicación encriptada para ofrecer sus servicios ilegales, organizar su logística y asegurar sus ganancias”, denunció la directora ejecutiva de Europol, Catherine De Bolle.
La situación de pandemia y las restricciones de viaje han llevado a las mafias de tráfico de migrantes a duplicar de 6.000 a 12.000 euros el precio del trayecto por mar a Italia, pero el alto coste no ha supuesto una reducción de la actividad: se han registrado casi el doble de viajes.
En el último año se registró un aumento de los cruces fronterizos hacia la UE y de los movimientos secundarios dentro del territorio europeo, mientras que este aumento de las llegadas ha colocado a Chipre por delante de Grecia como país de aterrizaje más destacado en el Mediterráneo Oriental.
La presión migratoria en la ruta a través de Bielorrusia ha incidido en “el aumento de la presencia de redes criminales que facilitan el movimiento secundario a lo largo de esa vía”, subrayó Europol.
Este cuerpo policial internacional observó mayor “policriminalidad” (grupos dedicados a más de una actividad criminal) de las redes de tráfico de personas activas en las ruta de la zona occidental del Mediterráneo y de África.
Dado que hay nuevas rutas emergentes y nuevo modus operandi tras la adaptación a las nuevas tecnologías, las autoridades europeas se han visto obligadas a “estar mejor preparadas y más atentas que nunca”, admite la agencia, que subraya que ya cuenta con las herramientas y los recursos necesarios para contribuir a que Europa “sea más segura”.
“Existen numerosas razones para creer que la comunidad de aplicación de la ley nunca ha estado mejor conectada, mejor capacitada o mejor equipada para contrarrestar las actividades delictivas de los traficantes de migrantes y los traficantes de personas.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer”, añadió el director del EMSC, Robert Crepinko.