Washington – La actividad de la economía estadounidense mantuvo un crecimiento «moderado» en el último mes, con un aumento lento del empleo y sin recuperar el ritmo previo a la pandemia del coronavirus, según el reporte mensual de la Reserva Federal de EE.UU.
El informe mensual, conocido como «libro beige», que recopila información reciente de la economía del país, subrayó que la actividad «continuó aumentando con un ritmo de leve a moderado» en la mayoría de los distritos analizados por el banco central.
Por sectores, la actividad manufacturera subió también a un ritmo «moderado», mientras que los mercados de vivienda residencial continuaron «experimentando una demanda constante de viviendas nuevas y existentes».
Además, el gasto de los consumidores se mantuvo positivo, lo que denota que hay dinero en los bolsillos de los estadounidenses, y la actividad turística creció «ligeramente» en algunos distritos del país.
Mientras tanto, los costos de producción aumentaron en general más rápido que los precios al consumidor, especialmente los costes de materiales como la madera y el acero.
En el lado negativo, las condiciones de los bienes raíces comerciales «continuaron deteriorándose» en muchos distritos, «con la excepción de los almacenes y el espacio industrial donde la actividad de construcción y arrendamiento se mantuvo estable».
Si bien las tasas de morosidad se mantuvieron estables, «los contactos bancarios en muchos distritos expresaron su preocupación» de que puedan crecer en los próximos meses.
Hace una semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó notablemente las previsiones de contracción de la economía de Estados Unidos al -4,3 % este año, 3,4 puntos porcentuales mejor de lo esperado en junio, subrayó la depreciación registrada por el dólar entre abril y septiembre y los riesgos derivados de una nueva ola de protestas sociales en plena pandemia de la covid-19.
Sin embargo, el déficit de EE.UU. ha alcanzado la cifra récord de 3,1 billones de dólares durante este periodo fiscal que concluyó el pasado 30 de septiembre, lo que supone 2 billones más de lo previsto, anunció el pasado viernes el Departamento del Tesoro estadounidense.
El déficit, como parte de la economía, subió hasta el 16 %, la proporción más alta desde 1945 durante la Segunda Guerra Mundial, de acuerdo a los datos proporcionados por el Gobierno en un comunicado.
Ese porcentaje es llamativo y se sitúa por encima del 10 % que se rozó durante la crisis financiera de 2009 y que fue reduciéndose paulatinamente en 2015.