Tegucigalpa – “Si Jesús nace pequeño, débil y pobre es para mostrarnos que la humanidad no se salva por la violencia sino por el amor, y el amor se le reconoce en una sonrisa, la sonrisa de Dios”, expresó el arzobispo de Tegucigalpa, monseñor José Vicente Nácher, en la homilía de la misa de Nochebuena y la Natividad de Jesús.
-«¿Nos dejaremos envolver en su Gloria y su bondad o seguiremos aislados y encerrados en nuestras propias historias, permaneceremos solos en los fríos montes de nuestra noche buscando los caminos de la esperanza con la luz azul de la pantalla de un teléfono o bien nos dejarémos iluminar por la estrella divina que conduce a un pesebre?”.
En su mensaje, desde la Basílica de Suyapa, el máximo líder de la iglesia católica de Honduras también pidió a los hondureños no vivir aislados y encerrados en sus propias historias en especial hoy que se celebra la Navidad.
Nácher destacó que el Niño Jesús, envuelto en pañales y acostado en un pesebre es la sonrisa de Dios para la humanidad, y enfatizó que Dios Hijo nace pobre para decirnos que Él sí cree en nosotros.
“La sonrisa que nosotros compartimos esta noche es memoria de la esperada paz mesiánica y expresión del amor divino, es Navidad y la pregunta no es ¿vendrá Dios? Porque Dios llegó y permanece entre nosotros hasta el fin del mundo”, refirió.
El guía católico dijo que la pregunta es si iremos nosotros a recibir la Navidad. «¿Nos dejaremos envolver en su Gloria y su bondad o seguiremos aislados y encerrados en nuestras propias historias, permaneceremos solos en los fríos montes de nuestra noche buscando los caminos de la esperanza con la luz azul de la pantalla de un teléfono o bien nos dejarémos iluminar por la estrella divina que conduce a un pesebre?”.
Navidad es cosa de pobres
Monseñor Nácher reflexionó que la Navidad no es hecho imaginario, sino real y presente, al que pidió no ser indiferente pues hoy como ayer, muchos temen mostrarse frágiles, sensibles o pequeños.
“Temen sonreír, prefieren parecer fuertes, serios e indiferentes, solo saben ofrecer burlas y sarcasmos, pero teme mostrar ternura y comprensión”, afirmó.
Al hacer referencia a los pastorcillos que fueron a ver al Niño Jesús, según el evangelio de la noche, Nacher manifestó que la Navidad es cosa de pobres, es cosa de niños, “de los que se dejan sorprender por la voz del Ángel».
El pastor de la iglesia en Honduras también hizo mención a las naciones que confían en lograr la ansiada paz a través de la fuerza de las armas, “sin darse cuenta de que las armas no son para la paz, sino para la guerra. Y en la guerra todos pierden.
En tal sentido, finalizó la homilía indicando que “si Jesús nace pequeño débil y pobre es para mostrarnos que la humanidad no se salva por la violencia sino por el amor, y el amor se le reconoce en una sonrisa, la sonrisa de Dios. Feliz Navidad a todos”, concluyó.