Washington – Estados Unidos registró en marzo la tasa de inflación más elevada desde 1981, de un 8,5%, impulsada especialmente por el encarecimiento de la energía, los alimentos y la vivienda.
Por su parte, la subida mensual del Índice de Precios al Consumo (el IPC de febrero a marzo) fue del 1,2 %.
Los datos publicados este martes por la Oficina de Estadísticas Laborales se situaron incluso por encima de las previsiones de los principales analistas -ya de por sí muy altas- y confirmaron la alerta emitida ayer por la Casa Blanca, que adelantó una tasa de inflación «extraordinariamente elevada».
El Gobierno estadounidense achaca el fenómeno fundamentalmente a la guerra en Ucrania y se refiere a la inflación reiteradamente como «la subida de precios de Putin», en referencia al presidente de Rusia, Vladímir Putin.
Los precios, no obstante, ya estaban disparados en Estados Unidos antes de que Rusia iniciase la invasión de Ucrania.
Los precios de la energía (que incluyen gasolina, crudo, electricidad y gas natural) subieron en los últimos doce meses un 32 %, empujados por el encarecimiento del crudo, del 70,1 %, mientras que la gasolina subió un 48 %.
El coste de la electricidad, por su parte, aumentó un 11,1 %; y el del gas natural, un 21,6 %.
En cuanto a la subida mensual, los precios de consumo energético subieron en marzo un 11 % con respecto a los de febrero, según esta estadística.
Los precios de los alimentos subieron un 8,8 % en un año, especialmente los relativos a compras en el supermercado, que aumentaron un 10 %, mientras que los de la comida en restaurantes se incrementaron en un 6,9 %.
Si se excluyen los precios de alimentos y combustibles, que son los más volátiles, la inflación subyacente fue del 6,5 % en tasa interanual.
El precio de la vivienda, uno de los que más peso tiene en el cálculo de la inflación subyacente, subió un 5 % en un año, y su incremento mensual fue del 0,5 %.
Un aspecto curioso de los datos publicados hoy fue la bajada notable en el coste de los vehículos de segunda mano, cuyos precios se redujeron entre febrero y marzo en un 3,8 %.
Sólo unos meses antes, en noviembre y diciembre, este mismo segmento estaba experimentando subidas intermensuales del 2,4 y el 3,3 %, respectivamente.
Pese a la caída registrada en marzo, el precio de los automóviles y camiones de segunda mano sigue siendo un 35,3 % superior al de hace un año.
Los vehículos de nueva fabricación, por su parte, siguen su tendencia al alza, aunque moderada (0,2 % de incremento en marzo y un acumulado interanual del 12,5 %).
Para luchar contra la inflación desbocada, el pasado 16 de marzo, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos anunció su primera subida de tipos de interés desde 2018, el primer paso de un cambio de rumbo hacia una política monetaria contractiva.
El banco central estadounidense subió el tipo de interés oficial en 0,25 puntos porcentuales, lo que lo sitúa en una horquilla de entre el 0,25 % y el 0,5 %, tras dos años anclado en niveles cercanos a 0 para tratar de paliar los efectos sobre la economía de la pandemia de covid-19.
Además, el presidente de la institución financiera, Jerome Powell, ya adelantó que prevé varias subidas más en el futuro (hasta seis a lo largo de este año), para terminar 2022 con un tipo de interés de en torno al 1,875 % (un punto más de lo que se preveía en diciembre).