Washington – El índice de precios de gastos de consumo personal (PCE, en inglés), un dato clave para la política monetaria de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), se situó en junio en el 2,5 % interanual, una décima menos que en mayo, informó este viernes la Oficina de Estadísticas Económicas (BEA, en inglés).
Ese porcentaje está en línea con lo esperado por los analistas, aunque sigue mostrando un camino descendente moderado y por debajo del objetivo del 2 % marcado por la Fed.
El dato subyacente, si se excluyen los volátiles precios de la energía y los alimentos, se situó sin cambios en el 2,6 % en junio.
En el dato intermensual, el índice PCE de precios aumentó un 0,1 %, mientras que el dato subyacente avanzó un 0,2 %, lo que no permite una gran optimismo sobre la contracción de la inflación pese a los altos tipos de interés.
La BEA también revisó al alza el dato de inflación intermensual de mayo, que fue del 0,4 %, en lugar del 0,2 %.
Pese a todo, el dato sigue mostrando una línea moderadamente descendente, lo que podría justificar una primera bajada de los tipos de interés antes de que finalice el año, como ha dejado abierto el comité encargado de la política monetaria del Emisor.
El presidente estadounidense, Joe Biden, indicó hoy en un comunicado que los datos demuestran que el país “está experimentando un progreso real en la lucha contra la inflación”.
El mandatario, que ha sucumbido a las presiones de su partido para no presentarse a la reelección en noviembre, volvió a recordar que en su único mandato ha conseguido reducir costes para los estadounidenses, por ejemplo, en el control del precio de medicamentos o en la reducción de coste de los alquileres.
Biden aprovechó también para atacar a los republicanos por tener propuestas que aumentarán la inflación y supondrán recortes de impuestos a los “ultraricos”, mientras la familias trabajadoras pagan mayores precios por mayores aranceles a las importaciones.
El PCE se calcula con base en la inflación (o deflación) de una amplia gama de gastos de consumo y refleja los cambios en el comportamiento de los consumidores, cuyas compras equivalen a casi dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos.
La Reserva Federal, que dirige la política monetaria de EE.UU., presta mucha atención al PCE junto con la inflación subyacente, el desempleo y el producto interno bruto (PIB).
Los datos se conocen pocos día antes de que la Reserva Federal (Fed) celebre su reunión de julio, en la que anunciará su decisión sobre tipos de interés.
Los tipos están ahora en la horquilla del 5,25 % y el 5,5 %, su máximo nivel desde 2001, y se espera que antes de final de año haya al menos una bajada, que dependerá de datos como el PIB, la inflación y la marcha del mercado laboral.
De esos tres indicadores, la inflación es el que más problemas está causando a los miembros de la Fed, que han dicho que esperan que ese dato muestre claros signos de estar corrigiéndose a la baja.