Madrid – La población de España aumentó en 2020 gracias a la llegada de población extranjera, que compensó la incesante caída de la natalidad en el país y el elevado número de defunciones registrado como consecuencia de la pandemia de coronavirus.

Según datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población española aumentó en 61.609 personas el año pasado gracias a la población extranjera, que creció en 149.011 personas, y situó el total de habitantes en 47,39 millones, según cifras provisionales.

Pese a la pandemia, 2020 fue el quinto año de crecimiento consecutivo de la población española, según la fuente.

El saldo migratorio positivo niveló el saldo vegetativo negativo de 153.167 personas (338.435 nacimientos, frente a 491.602 defunciones).

Según el INE, en 2020 la población extranjera alcanzó los 5,37 millones de personas, un aumento debido, en gran medida, a un saldo migratorio positivo (entraron en España más personas que las que salieron).

Entre los extranjeros que llegaron a España destaca el aumento de los colombianos, con 36.726 más, seguidos de los venezolanos (22.018) y los marroquíes (15.221), mientras que los que más descendieron fueron los procedentes de Rumanía (7.132 menos), Ecuador (5.923) y Bulgaria (1.831).

Pese a estas cifras la comunidad extranjera mayoritaria sigue siendo la marroquí, con 775.936 ciudadanos viviendo en España, seguida de la procedente de Rumanía (658.773), el Reino Unido (313.948), Colombia (297.934), Italia (280.152) y Venezuela (209.223).

En términos relativos, los mayores crecimientos de población se dieron entre los residentes de Colombia (14,1 %), Honduras (12,6 %) y Venezuela (11,8) y los principales descensos entre los de Ecuador (4 %), Bulgaria (1,5 %) y Rumanía (1,1 %).

Por el contrario, la población de nacionalidad española se redujo en 87.402 personas, fruto de un saldo vegetativo negativo y de un saldo migratorio también negativo, que no se vieron compensados por las adquisiciones de nacionalidad española (126.164).

Si solo se contabiliza a los españoles nacidos en España, el pasado año la población se redujo en 183.299 personas.