El mexicano Eliu Palacios organiza los productos el pasado 21 de enero en la cafetería donde trabaja ubicada frente al Zoológico de Houston en Texas. EFE/Alicia L. Pérez

Houston (TX) – Cada mañana al alba, Eliu Palacios se encarga de abrir la cafetería ubicada frente al Zoológico de Houston (Texas), donde se expenden postres finos y emparedados, un trabajo que requiere de una especialidad que ha venido desarrollando desde hace varios años, aunque no se relaciona con su formación en sistemas computacionales.

El perfil de Palacios, de 48 años, calza con el de una ola de inmigrantes mexicanos con estudios superiores que han llegado en los últimos años a ciertas ciudades de Texas a efectuar trabajos diversos que no son afines a su formación universitaria.

Un estudio del Instituto de Políticas Migratorias (MPI, en inglés) en Washington D.C. indica que en la última década, 18 % de los mexicanos que han llegado a Texas tienen diploma de estudios superiores.

Aunque Palacios se graduó de sistemas computacionales en México, sus primeros trabajos en Estados Unidos fueron en la industria de los restaurantes; primero en la limpieza, luego como mesero, cantinero y, eventualmente, cocinero.

“Entonces, empecé a estudiar repostería en un colegio comunitario y me matriculé en cursos relacionados”, recuerda Palacios, quien es ahora director de operaciones y tiene a su cargo la planeación de nuevas recetas así como la capacitación del personal que allí trabaja.

OBSTÁCULOS: IDIOMA Y ESTATUS MIGRATORIO

Pero Palacios, al igual que los mexicanos calificados como él que llegan a labrarse un mejor futuro en Texas y en todo EE.UU., enfrentó una de las dos barreras que según el MPI obstaculizan a este sector que no puede desempeñarse en lo que estudió.

“Quería trabajar en mi campo, pero no hablaba bien el idioma, no podía yo comunicarme claramente en inglés. Por eso no lo intenté más”, refiere.

Pero además de no hablar inglés, el estatus migratorio irregular es una de las variantes que dificultan a los mexicanos su incorporación en industrias acordes a su disciplina educativa, de acuerdo a Ariel G. Ruiz Soto, analista de políticas públicas de MPI y uno de los autores del estudio.

“El 43 % de mexicanos con educación superior o diploma que llegan al estado de Texas no cuentan con un nivel medio o avanzado de inglés para desempeñar un trabajo completo”, indica Ruiz.

Según el analista, de los 185.000 inmigrantes en Texas que tienen un título universitario, solo 143.000 contaban con un empleo, lo que implica que unos 42.000 no forman parte de la fuerza laboral.

Sin embargo, el estudio, basado en un análisis sociodemográfico con cifras de una encuesta anual de la Oficina del Censo, calcula que la gran mayoría de estas personas con título universitario trabajan en el sector educativo, ya sea como docentes o auxiliares de docente en las primarias o secundarias del estado, o en la construcción o en restaurantes, pero en especialidades.

AUMENTO EN ÁREAS FRONTERIZAS

Lo interesante de este tipo de flujos en Texas, según MPI, es que entre esos grupos, el incremento más importante está sucediendo en las áreas fronterizas como McAllen o El Paso, porque allí se han empezado a abrir nuevas oportunidades para personas migrantes, con mayor apertura en industrias profesionales.

Por otro lado, en zonas metropolitanas como Houston y Dallas, la apertura se da en el sector de la tecnología, pero aun así el grupo en total enfrenta muchas barreras, afirma Ruiz.

De los 185.000 del total de inmigrantes mexicanos con título universitario, 39.000 viven en Houston, 33.000 en Dallas, 24.000 en El Paso, 21.000 en McAllen, 18.000 en San Antonio y 50 .000 en otros lugares.

Según Ruiz, aprovechar esos recursos que los inmigrantes presentan a Texas al ayudarles a desempeñar lo que estudiaron representaría una ganancia a mediano y a largo plazos.

“Sabemos que ayudando a los inmigrantes, en Texas y en Estados Unidos, se ayuda a esas comunidades porque a su vez ellos invertirán en esas economías”, subraya Ruiz, quien advierte que la inmigración mexicana se está volviendo más educada o con más estudios universitarios que antes, aunque muy por debajo que la inmigración de China o India.

De acuerdo a Ruiz, esa tendencia tiene que ver con el incremento del nivel educativo en México, que le brinda a su población mejores oportunidades educativas.

El estudio de MPI recomienda incrementar el acceso al aprendizaje del idioma para inmigrantes que no dominan el inglés, “ya que es una de las barreras más significativas” para su empleo.

También simplificar los requerimientos para validar los títulos profesionales que se obtuvieron fuera de Estados Unidos para asegurar que los inmigrantes “tengan mejor acceso a los trabajos para los que sí están calificados”.

Y actualizar los marcos actuales para entender las tendencias migratorias mientras el perfil de mexicanos inmigrantes continúa evolucionando.