Tucson (AZ) – Sergio, Antonio, Carlos, Wilmer, Claudia Patricia son algunos de los nombres que humanizan la fría estadística del más de centenar de muertes registradas a manos de agentes de la Patrulla Fronteriza en la última década y que han sido recopiladas por una coalición inmigrante.
Son 101 personas que han muerto desde 2010 mientras se encontraban bajo custodia de la Patrulla Fronteriza, en los puertos de entrada o incluso baleados por efectivos de esta agencia federal, y que han sido contabilizadas por la Coalición de Comunidades Fronterizas del Suroeste (SBCC, en inglés).
Muertes como la de la guatemalteca Claudia Patricia Gómez Gonzales, que perdió la vida tras ser alcanzada por los disparos de un agente de la Patrulla Fronteriza luego de cruzar la frontera junto a un grupo de indocumentados el 23 de mayo de 2018.
Ese día, el grupo fue descubierto por agentes fronterizos y, al confrontarlos, un oficial disparó fatalmente y acabó con la vida de la joven de 20 años de edad.
Aunque cada historia es diferente, la gran mayoría de estas muertes ocurridas en la última década en las fronteras de Arizona, California, Nuevo México y Texas se dieron como resultado de la búsqueda de una vida mejor y en pos del llamado «sueño americano».
La completa lista elaborada por SBCC, una coalición integrada por más de 60 organizaciones con sede en los estados fronterizos, son de personas que han fallecido a manos de agentes de la Patrulla Fronteriza, ya sea por disparos, como mientras estaban bajo su custodia en un centro de detención o en los puertos de entrada a manos de agentes.
Vicki Gaubeca, directora ejecutiva de SBCC, explicó a Efe que estas cifras están basadas en los registros de la misma Patrulla Fronteriza, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), así como reportes en los medios de comunicación.
Precisó que dado que la coalición se enfoca en la frontera en la lista no se han incluido las muertes bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
«Estas muertes se pudieron prevenir de alguna manera u otra, creo que esta base de datos es una forma de concientizar al pueblo estadounidense de lo que pasa en la frontera», dijo Gaubeca.
Agregó que la lista quiere poner de relieve las muertes por uso excesivo de fuerza o por no proporcionar la asistencia médica que requerían los migrantes, y lamentó que todas ellas han quedado prácticamente impunes ya que no ha existido ningún tipo de responsabilidad por parte de la Patrulla Fronteriza.
Solo bajo la administración del presidente Donald Trump, SBCC ha contabilizado 36 fallecimientos, de los cuales 17 se registraron en 2019.
Una de estas muertes es la de Carlos Gregorio Hernández Vázquez, un joven inmigrante guatemalteco de 16 años de edad que murió mientras se encontraba bajo custodia de la Patrulla Fronteriza en Texas en mayo del año pasado.
Un video dado a conocer por ProPublica, una organización independiente de investigación periodística, y que luego circuló en las redes sociales mostró las últimas horas de vida del joven dentro de una de las celdas de la Patrulla Fronteriza en el Valle del Rio Grande en Texas, tirado en el piso sin que nadie le prestara atención.
Se puede ver al joven visiblemente enfermo, se puede ver como se desploma, cae al suelo, parce convulsionar y después quedarse inmóvil por varios minutos. Después, con mucha dificultad logra reincorporarse y se dirige al baño donde nuevamente cae al suelo.
Es ahí donde horas después los agentes de la Patrulla Fronteriza encontrarían su cuerpo sin vida, luego de que su compañera de celda lo descubriera y diera la alerta.
Richard Boren, representante de la Red de Victimas de la Patrulla Fronteriza, dijo a Efe que todas estas muertes muestran la impunidad con la que opera la Patrulla Fronteriza, una dependencia que en su opinión no rinde cuentas a nadie.
Resaltó los seis casos registrados en la última década donde agentes de la Patrulla Fronteriza han disparado hacia territorio mexicano y matado a seis personas.
Uno de estos casos fue el de José Antonio Elena Rodríguez, quien murió el 10 de octubre de 2012 cuando el agente de la Patrulla Fronteriza Lonnie Swartz activo su arma a través del muro fronterizo en Nogales (Arizona) matando al joven que se encontraba del lado mexicano.
Desde hace nueve años, el día 10 de cada mes, la abuela de la víctima, Taide Elena, se suma a una vigilia que se organiza en memoria de su nieto, en el mismo lugar donde cayó víctima de los disparos del agente fronterizo cuando apenas tenía 16 años.
Elena dijo a Efe que lo más difícil es ir al mismo lugar donde «Toñito» falleció, no puede evitar recordar la última vez que lo vio, la última vez que hablo con él, lo feliz que se veía.
«Siempre lo voy a recordar con su camisa favorita, sus pantalones favoritos», dijo.
Boren lamentó el dolor que todas estas familias han sufrido y está convencido de que mientras no exista un cambio dentro del funcionamiento de la Patrulla Fronteriza esta lista continuará creciendo.