Tiflis – La llegada a Georgia de decenas de miles de rusos que han huido de la guerra desatada por Rusia contra Ucrania ha supuesto un estímulo adicional para la economía del país, que exhibe sus mejores resultados de los últimos quince años.

En los primero nueve meses del año la economía georgiana creció un 10,2 %, un resultado «sin precedentes para Europa», como lo calificó el primer ministro Irakli Garibashvili, al que aportan tanto Rusia como sus emigrantes.

SE DISPARAN LAS REMESAS DESDE RUSIA

Y es que entre enero y septiembre las remesas desde el «gran vecino del norte» totalizaron 1.315 millones de dólares, cuatro veces más que desde Italia, que ocupa el segundo lugar en la lista de países con más envíos.

Según el Banco de Georgia, en los primeros dos meses del año, es decir antes de la invasión rusa del territorio ucraniano, las remesas desde el vecino país totalizaron 44 millones de dólares, y ya en mayo en plena marcha de las acciones bélicas se dispararon a la cifra récord de 313 millones.

«Vincular el crecimiento de la economía solo a la llegada de emigrantes rusos no es correcto», dijo el ministro de Finanzas de Georgia, Lasha Jutsishvili, aunque destacó que se trata de «uno de los factores».

El exministro de Economía y actual profesor de la Universidad Estatal de Tiflis Vladímir Papava, destacó que el flujo de emigrantes rusos es importante, pero no es el único.

«También han trasladado sus negocios a Georgia bielorrusos y ucranianos», dijo a EFE el catedrático.

GEORGIA QUIERE POTENCIARSE COMO PAÍS DE TRÁNSITO

Pero Papava resaltó que el creciente interés por las posibilidades de tránsito que ofrece el país es uno de los factores clave para el futuro de la economía georgiana.

En este sentido, destacó las «enormes perspectivas» que supone el incremento del tránsito de hidrocarburos hacia Occidente desde Azerbaiyán y Asia Central a través del territorio de Georgia.

Los resultados de la economía georgiana están muy por encima de las perspectivas de crecimiento del Banco Mundial, que inicialmente los cifró en el 5,5 % y que luego, por la guerra en Ucrania, los redujo al 2,5 %.

«Nuestra política económica nos permite exhibir cifras de crecimiento de dos dígitos, pese las difíciles condiciones en la región causadas por la agresión rusa a Ucrania», señaló el viceministro de Finanzas georgiano, Mijaíl Dundua.

GEORGIA CONDENA INVASIÓN, PERO CUIDA SU COMERCIO CON MOSCÚ

Aunque Georgia respalda las sanciones internacionales contra Rusia y apoya las demandas de Ucrania en todas las plataformas internacionales, el Gobierno georgiano no ha implantado sanciones propias contra Moscú.

«La ruptura de los lazos comerciales con Rusia afectaría los intereses de decenas de miles de georgianos y frenaría la economía del país», sostuvo el presidente de la formación gubernamental Sueño Georgiano, Irakli Kobajidze.

Explicó que si bien Georgia comercia más con la Unión Europea y con China que con Rusia, el 12 % de la economía nacional está vinculado a los intercambios con el vecino país.

«Si perdiésemos ese 12 %, privaríamos de ingresos a nuestros granjeros, a decenas o cientos de miles de personas», advirtió Kobajidze.

Según cifras oficiales, en los primeros nueve meses del año los intercambios ruso-georgianos sumaron más de 1.700 millones de dólares, lo que supone un incremento de casi el 60 % con respecto al mismo periodo de 2021.

La oficina de Transparencia Internacional en Georgia hizo un llamamiento a las autoridades a no financiar a empresarios rusos para evitar riesgos políticos y económicos.

Y es que este año, tras el comienzo del ataque de Rusia a Ucrania se han asentado en el país 115.000 rusos, muchos de los cuales se han dado de alta como autónomos.

Además, la ONG pidió al Gobierno la implantación de un «sistema especial» para el registro de empresas por ciudadanos rusos para evitar que sean utilizadas para burlar las sanciones occidentales a Rusia.

El Ejecutivo asegura que hasta ahora no ha detectado ningún intento de burlar las restricciones impuestas a Moscú.