Roma– El barco Life Support, de la ONG Emergency, llegó este viernes a Brindisi, en la costa del mar Adriático, para desembarcar a los 105 migrantes que rescató el pasado martes en el Mediterráneo central, tras navegar tres días para llegar al puerto asignado por las autoridades italianas.
Entre los migrantes socorridos había 30 menores, 6 de ellos por debajo de los 10 años, y una mujer embarazada, informó la organización sobre un rescate que llevó a cabo tras comprobar que la embarcación en la que viajaban «no podía navegar porque el motor había dejado de funcionar» y el agua estaba empezando a entrar.
La barca partió de Libia y el origen de sus pasajeros era diverso: Nigeria, Gambia, Costa de Marfil, Guinea Conakry, Sudán, Camerún, Malí, Mauritania, Sierra Leona, Chad, Eritrea y Burkina Faso.
Una de las mujeres socorridas contó a los trabajadores de Emergency que huyó de Gambia embarazada y pasó en Libia dos meses hasta que decidió cruzar el Mediterráneo para buscar una nueva vida en Europa tras la muerte de su marido.
«En el momento del rescate, Emergency era la única ONG presente en ese tramo de mar, no sabemos si ha habido naufragios fantasmas en los últimos días, si otros barcos se han hundido antes de poder pedir ayuda o informar de su posición», explicó Emanuele Nannini, jefe de la misión, en un comunicado.
La asignación del puerto de Brindisi, a tres días de navegación, es fruto del nuevo decreto migratorio del Ejecutivo liderado por Giorgia Meloni, que obliga a las embarcaciones a pedir el desembarco inmediatamente después de completar el primer rescate y asigna muelles repartidos por todo el país, incluso en el norte.
«Aunque Life Support aún tenía sitio para más náufragos, al menos 70, tuvimos que abandonar la zona de búsqueda y rescate en cuanto terminaron las operaciones», criticó Nannini.
El desembarco se completó en un momento crítico para la migración en las costas italianas.
Más de 3.000 migrantes se encuentran hacinados en el centro de acogida de Lampedusa, con capacidad de 300 plazas, después de la oleada de desembarcos de los últimos días. Sólo este jueves desembarcaron en la pequeña isla italiana 1.869 personas.
Mientras, el Ejecutivo ha iniciado la repatriación de los cuerpos de las víctimas en el naufragio de Calabria, el pasado 26 de febrero, que se saldó con al menos 73 muertos.