Lima – La educación, especialmente en valores de igualdad, es un elemento fundamental para eliminar las brechas y los sesgos de género, según explicó a EFE en Lima la directora del Programa Iberoamericano de Derechos Humanos, Democracia e Igualdad, de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), Irune Aguirrezabal.
«La educación en valores de igualdad es un tema muy complicado en esta región porque, así como digo que se ha dotado de muchas leyes y políticas públicas de igualdad, sin embargo, es muy tibia a la hora de incorporar políticas educativas desde primaria, secundaria y en todo el ciclo vital de las personas, para que los hombres y mujeres (…) tengan una concepción de que de que las mujeres y los hombres, las niñas y los niños son iguales en dignidad», comentó.
A su juicio, actualmente Iberoamérica vive un «proceso de transición cultural» que es «el mayor reto que tiene la región».Destacó que «la mayoría de las constituciones y las leyes reconocen la igualdad de iure», pero el problema está en el avance hacia «la igualdad real y efectiva».
«Esa no está pasando todavía en la cotidianeidad. Seguimos todavía considerando que la opinión de los hombres es más importante, incluso uno de las aspectos en los cuales más se ve el progreso de las políticas de igualdad es en la presencia de mujeres en, por ejemplo, los congresos, gracias a la legislación de cuotas o las leyes de paridad», aseveró.
Como parte de esa tarea, la OEI ha puesto en marcha la plataforma ‘Voces de mujeres iberoamericanas’, que tiene como objetivo visibilizar y garantizar la participación de más expertas en la agenda pública regional.
El proyecto, que Aguirrezabal ha presentado esta semana en Perú, «nace por la necesidad de dar voz a las mujeres».En esta plataforma, «pueden inscribirse todas las mujeres de cualquier disciplina, sin límite de edad ni límite de años de experiencia».
El objetivo final es que ese listado «esté accesible para medios de comunicación y para administraciones públicas de toda la región a todos los niveles territoriales» para que «puedan acceder a fuentes femeninas».
En todo caso, Aguirrezabal reconoce que esta plataforma «viene a ser una herramienta más» para eliminar unos sesgos de género, puesto que también ha constatado que con frecuencia se presta más atención a propuestas realizadas por hombres que por mujeres.
Consideró que esa es la mejor muestra de que existe un problema cultural y social, frente al que la mejor alternativa es la educación.
«Se habla mucho de las tres erres: reconocimiento, representación y redistribución, que tiene que ver con las oportunidades y las condiciones. Donde más fallamos es en el reconocimiento y la redistribución», asegura.
Por eso, aunque se avance en representación, gracias a leyes de cuotas, esta «se ve afectada por la falta de las otras dos».
«Es decir, que lo que no hay todavía es igualdad sustantiva, esa igualdad real y efectiva para que podamos realmente considerar a las mujeres y a las niñas con las mismas capacidades y las oportunidades para ser quienes quieran ser», concluyó.