Un grupo de desplazados agarrados de la mano al entrar en el centro de distribución de alimentos en Mogadiscio (Somalia). EFE/Archivo

Mogadiscio – Más de 4,2 millones de personas, un tercio de la población somalí, requerirán asistencia humanitaria y protección este 2019, una mejora con respecto al año anterior que, sin embargo, «no permite ser complacientes», según la ONU.

«Incluso con las mejoras en la seguridad alimentaria, no podemos permitirnos ser complacientes. Las necesidades humanitarias se mantienen por encima del nivel anterior a la crisis de hace dos años», dijo el coordinador humanitario para Somalia de la ONU, Peter de Clercq, en un comunicado difundido hoy.

Estas cifras suponen una reducción en el número de personas necesitadas del 34 % -desde los 6,2 millones de personas que requerían ayuda en 2018-, una evolución que se debe a un mejor contexto humanitario y a una definición más específica de las necesidades humanitarias.

«Los continuos conflictos y las crisis climáticas amenazan con revertir los avances logrados hasta el momento. Se requerirá apoyo internacional colectivo para sostener las operaciones de ayuda en 2019», continuó Clercq.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Humanitarios y Gestión de Desastres somalí señaló que la mejora en la situación humanitaria en el país permite a la Administración y a los socios humanitarios «invertir para poner fin a la naturaleza cíclica de las necesidades».

El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) cifró el pasado noviembre en 294.000 el número de niños somalíes que se encuentran en situación de malnutrición, de los cuales, 55.000 sufren malnutrición severa, lo que les pone en riesgo de morir.

Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin un Gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.

La nación africana atraviesa también una crisis alimentaria y se calcula que más de la mitad de la población (6,7 millones de personas) se encuentran en riesgo de hambruna debido a la prolongada sequía e inseguridad, un hecho que ha llevado a nuevos desplazamientos. EFE