Protesta de la "generación Windrush" (inmigrantes caribeños) en Londres en abril de 2018, por las amenazas de deportación a los inmigrantes de esa región que se trasladaron al Reino Unido entre 1948 y 1971. EFE/Andy Rain/Archivo

Londres – La política de inmigración auspiciada por el ministerio del Interior del Reino Unido parece estar basada en «anécdotas, asunciones y prejuicios», en lugar de datos empíricos, concluye un crítico informe parlamentario publicado este viernes.

El documentado, elaborado por la Comisión multipartita de Cuentas Públicas, presidida por la diputada laborista Meg Hillier, afirma que el ministerio «no tiene ni idea» de cómo se gastan y con qué consecuencias los 400 millones de libras (437 millones de euros) anuales destinados a gestionar la inmigración.

Hillier señala que Interior tiene «poco conocimiento del impacto de sus actividades» en las poblaciones inmigrantes «tanto ilegales como legítimas», y hace años que no calcula el número de personas indocumentadas.

«No muestra ninguna disposición a aprender de sus numerosos errores en varias áreas de la gestión de la inmigración, incluso cuando admite que los ha cometido», afirma la diputada, que pide al Gobierno del primer ministro conservador, Boris Johnson, que le presente un plan de mejora en un plazo de seis meses.

El informe denuncia que el ministerio, encabezado por Priti Patel, no respondió a la inquietud de la comisión de que, ante la falta de datos propios, «las cifras potencialmente exageradas que ofrecen otros puedan exacerbar la hostilidad hacia los inmigrantes».

Los parlamentarios de todos los partidos señalan que «la significativa falta de diversidad» racial y de otro tipo en el círculo directivo del departamento de inmigración es un punto débil en la organización.

El ministerio está además «insuficientemente preparado para los desafíos que presenta la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE)», ejecutada el pasado 31 de enero y que se completará el 31 de diciembre, al fin del periodo de transición.

Ante estas críticas, que ya formuló previamente la Oficina de auditoría nacional -que supervisa la eficiencia del gasto público-, un portavoz de Interior afirmó que Patel «coincide» con el análisis del «legado histórico» que ella ha heredado y aseguró que la ministra está comprometida con mejorarlo.

Por su parte, Minnie Rahman, de la organización no gubernamental Comité conjunto para el bienestar de los inmigrantes, opinó que el informe «describe una imagen muy precisa de un ministerio del Interior desalmado que no se entera ni le importa».