Caracas – La posible suspensión de la actividad de Visa y Mastercard en Venezuela, una posibilidad que baraja la Administración de Donald Trump, tendría un impacto directo pero limitado en la actividad comercial del país, según analistas consultados por Efe.

El Gobierno de EE.UU. está evaluando la posibilidad de imponer sanciones que impedirían a las empresas estadounidenses Visa y Mastercard procesar pagos con tarjetas de crédito en Venezuela, como parte de las sanciones que Washington viene tomando contra el Gobierno de Nicolás Maduro.

Una medida como esa supondría la eliminación de uno de los principales mecanismos de pago para los extranjeros que viven en el país y supondría un problema para el procesamiento de compras en el mercado nacional, pero en el día a día de los venezolanos tendría un impacto limitado.

«Que no se pudiese utilizar las tarjetas de crédito foráneas para hacer gastos internos, eso lo que pudiese tener como intención es que esos dólares que estaría captando el país no termine en manos de Maduro», dijo el economista Henkel García, director de la consultora Econométrica.

García destacó que en lo relativo a las tarjetas nacionales su efecto sería «limitado», ya que en un país en el que el crédito oscila entre los 2 y los 35 dólares aproximadamente «nadie tiene un saldo significativo» en este tipo de instrumentos.

Incluso, en el caso de los pagos domiciliados en tarjetas de crédito el impacto sería limitado.

Para el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, hay gente que se apoya en este tipo de tarjetas para sus gastos habituales pero una medida como esta tendría más un valor «perceptual que real» porque los bancos terminarían encontrando otra solución.

«Esas tarjetas funcionan con un sistema de crédito totalmente local, es el sistema de crédito venezolano, si tu le quitas la marca Mastercard y Visa, lo que terminaría ocurriendo es que la banca se ponga de acuerdo para establecer una marca diferente», dijo el analista.

Una medida como esa podría generar un impacto inicial que duraría en la medida en que se encontrara una vía alternativa.

Aunque la medida sea solo para tarjetas internacionales, también habría un impacto en la población porque Venezuela es un país con hiperinlación «y la gente busca cualquier mecanismo para subsistir», dijo León.

El otro escenario planteado, pero que consideran menos probable, es aquel que alcanza al sistema de débito nacional, manejado en su mayoría por Mastercard con las tarjetas Maestro.

«Ya ahí sería una complicación porque prácticamente ahí estaríamos frente a que no tendríamos un sistema de pago por débitos (…) eso sí por supuesto tendría en el corto plazo un impacto tremendo en la población porque no tendríamos» como pagar la mayoría de los bienes y servicios, dijo el analista García.

Para el exministro de Comercio Exterior Jesús Faría, dirigente chavista, una decisión como esa impactaría más a los venezolanos que al Estado.

«Va a afectar a la población gravísimamente, de manera terrible, como resultado de una medida injerencista, ilegal y absolutamente fuera de contexto jurídico y humano (…) la población no va a poder tener acceso libre a las compras de sus bienes y servicios necesarios», afirmó.

Con todo, la banca ya prepara soluciones ante la posibilidad de que se apruebe esta medida y este viernes la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) sostuvo una reunión «para evaluar la creación y puesta en funcionamiento de switches nacionales», así como otros métodos de pago.

Además, prevé aumentar los límites de crédito de las tarjetas.

El superintendente, Antonio Morales señaló, citado en la cuenta de Twitter de Sudeban, que «ante la amenaza al sistema de pagos debemos preparar nuestros sistema financiero para buscar su independencia ya que actualmente depende de la operatividad de franquicias como Visa y Mastercard».