Madrid – La entrada irregular de inmigrantes en el archipiélago español de las Canarias (Atlántico) continuó este jueves con la llegada de más de 400 personas en varias embarcaciones precarias procedentes del continente africano, la mayor parte de ellas (346) a la isla de El Hierro, y 69 a Gran Canaria.
Los equipos de socorro rescataron el miércoles a otros 180 inmigrantes y las islas se encuentran en situación de emergencia por una presión migratoria creciente.
Entre los 346 llegados hoy a El Hierro, que viajaban en tres barcazas, había 14 menores de edad.
Algunos inmigrantes informaron a los servicios de emergencia de que procedían de Mali, Senegal, Gambia y Guinea-Conakri y pasaron siete días navegando, pero también de países asiáticos como Pakistán y Bangladés.
Hasta el 15 de agosto habían llegado a las Canarias 22.304 personas de manera irregular, un 126,1 % más que en el mismo periodo de 2023, cuando fueron 40.000 en todo el año, según datos oficiales.
La situación es especialmente difícil para atender a los niños y adolescentes que llegan sin acompañamiento de familiares nin ningún adulto conocido, ya que los centros de acogida y otros recursos de las Canarias están desbordados.
Unos 5.200 menores migrantes están bajo tutela del gobierno regional canario, que reclama con ahínco un cambio de la ley española para que otras regiones tengan que acoger obligatoriamente a parte de esos niños.
Tanto el aumento de la llegada de migrantes y la saturación de los centros de acogida, como la falta de acuerdo político para el reparto de esos menores serán claves de la reunión de este viernes entre el presidente regional de Canarias, Fernando Clavijo, y jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez.
Clavijo reclama un «pacto de país» para resolver el problema solidariamente con una reforma legislativa para que las regiones tengan que asumir parte de esos menores cuando los servicios de atención estén desbordados en una de ellas, y no sea de forma voluntaria, como hasta ahora.
También hoy, alrededor de una veintena de menores inmigrantes lograron acceder a nado a la ciudad norteafricana española de Ceuta, fronteriza con Marruecos.
Con la llegada de estos menores, según el gobierno de la ciudad autónoma de Ceuta, el número de niños no acompañados bajo la tutela de las autoridades locales se eleva a 434, un número que supera en un 400 % la capacidad máxima de los centros de acogida.