Ciudad del Vaticano.- La reforma de la Curia reflejada en la nueva Constitución «Praedicate Evangelium», en la que han trabajado el papa Francisco y el Consejo de Cardenales durante seis años, prevé un nuevo «superministerio» sobre evangelización y otro dedicado a la caridad.

Así lo adelanta en exclusiva la revista española religiosa Vida Nueva que publica en un artículo de Dario Menor las líneas maestras de la «Praedicate Evangelium», la Constitución que sustituirá a la «Pastor Bonus», promulgada por Juan Pablo II en 1988 y con la que se regula el funcionamiento de la Santa Sede.

La nueva Constitución redactada tras seis años de reuniones entre el papa y el llamado «C9», ahora C6 tras la marcha de tres cardenales como el condenado en primera instancia por pederastia George Pell, fue enviado a las conferencias episcopales y resto de dicasterios para conocer su opinión.

Según la revista Vida Nueva se espera que la publicación de la Carta Magna vaticana llegue el 29 de junio, festividad de san Pedro y san Pablo.

Aunque muchos de los nuevos cambios que se reflejarán en la Constitución ya se conocen, como la creación de la Secretaria de la Comunicación o la Secretaria para la Economía, la novedad es que Francisco ha querido dar mayor importancia a la evangelización y por ello ha colocado en el organigrama de la Curia al nuevo ministerio en lo más alto después de la Secretaria de Estado.

El nuevo superministerio estará por encima incluso de la poderosa Congregación para la Doctrina de la Fe, el antiguo Santo Oficio.

Aglutinará a dos instituciones como la congregación para la Evangelización de los Pueblos, más conocida como Propaganda Fide y encargada de las tierras de misión, y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, creado en 2010 por Benedicto XVI.

«El papa Francisco siempre subraya que la Iglesia es misionera. Por eso es lógico que en el primer puesto hayamos puesto al dicasterio para la Evangelización y no al de Doctrina de la Fe», explica a la revista el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa y coordinador del Consejo de Cardenales.

Otra novedad de la nueva Constitución es el nacimiento de un ministerio para la Caridad, que absorbería la Limosnería Apostólica, la institución vaticana que se ocupa de las obras de caridad en nombre del pontífice gracias a las donaciones de los fieles.

Además, la reforma de Francisco colocará a los diferentes dicasterios, los ministerios de la Santa Sede, al servicio del papa, en el mismo nivel que el colegio episcopal.

Por tanto, cualquier obispo tendrá el mismo grado que un prefecto o responsable de un ministerio de la Curia romana, explica Menor en su artículo. 

La nueva Constitución prevé que entre las «instituciones ligadas a la Santa Sede» se incluya la comisión Pontificia para la Protección de Menores, creada por Jorge Bergoglio en marzo de 2014 para promover en las Iglesias locales iniciativas destinadas a evitar los casos de pederastia eclesial.

«Queríamos que se mantuviera independiente para respetar su credibilidad y que no fuese la voz de la Curia, pero por otro lado si no eres parte de la Curia, no tienes poder sobre ella. Hay que buscar un equilibrio entre credibilidad y efectividad», cuenta el cardenal indio Oswald Gracias, también integrante del C6, a la revista.

No se excluye, escribe Vida Nueva, que para verificar la recepción de la nueva Constitución apostólica se convocase un posible Sínodo.