Miami – Natti Natasha, Karol G, Rosalía, Tokischa, TINI, María Becerra, Villano Antillano y otras mujeres de la música latina dominaron las listas de popularidad en este 2022 que terminó ayer con canciones cada vez más atrevidas sobre la sexualidad femenina, en contraste a una reducción del contenido explícito en las letras de su contraparte masculina.

Según dijeron a EFE las propias artistas, este fenómeno es el resultado de un esfuerzo consciente de las representantes femeninas de la industria musical, que en los últimos años se propusieron ampliar el espacio para las mujeres en la música, no solo en volumen sino en expresión.

«Para mí siempre fue muy importante demostrar sin cansarme, en muchos momentos y escenarios diferentes, que no había diferencias entre la mujer y el hombre en la música», expresó Natti Natasha, quien es considerada una de las pioneras del movimiento.

La actual camada de artistas latinas no está inventando la rueda. Madonna, Björk y otras en el mundo anglo ya habían hecho el destape musical en la década de 1980. Alejandra Guzmán por su parte cantaba «Hacer el amor con otro» en 1991.

«Me siento muy orgullosa de haber abierto el camino para que todas estas muchachas se expresen libremente y me encanta que le estén callando la boca a todos los que decían que las mujeres no vendían cantando sobre la sexualidad», afirmó la estrella mexicana.

En 2003, Ivy Queen rapeaba » Yo quiero bailar. Tú quieres sudar. Y pegarte a mí, el cuerpo rozar. Yo te digo sí, tú me puedes provocar. Eso no quiere decir que pa’la cama voy!».

La puertorriqueña aún recuerda cuando le pronosticaron que nunca iba a triunfar porque su voz «era muy grave» y sus «letras demasiado frontales. Ahora no hay límites para las mujeres».

Ya de otra generación, Natti Natasha aseguró que ni al principio de su carrera se autocensuró.

«Nunca me cohibí, ni me limité, al hablar no solo de sexo, pero de que tan cómoda me siento en mi propia piel», indicó la artista dominicana, que en 2022 le subió el volumen a su expresión con temas con «Wow BB», «Mayor que usted» y «To’ esto es tuyo».

Rosalía empujó los límites con «Hentai», una de las canciones de su galardonado disco «Motomami», el álbum del año según los Latin Grammy y que ha alcanzado tal popularidad que Billie Eilish y Lorde han hecho versiones de ella en sus presentaciones en vivo.

En el tema, combinó una letra explícita -«enamorá’ de tu pistola. Roja amapola. Crash, esa ola. Casi me controla»- con una melodía inspirada en las películas de princesas de Disney.

LA SEXUALIDAD ES PARTE DE LO URBANO

Sorprendida por las críticas que desató «Hentai», Rosalía declaró en una entrevista con TVE que tiene «una temática como cualquier otra. La sexualidad forma parte de la vida, como lo son la espiritualidad o la transformación».

Menos frontal, pero dentro del mismo movimiento está «Provenza» de Karol G. La canción que invita a un ex para un encuentro sexual, la convirtió en la segunda mujer latina en tener al mismo tiempo el número 1 y el 2  (Mamii) en la lista de Hot Latin Songs de Billboard.

También «Miénteme», de TINI, en la que propone una relación de «amigos con derecho». Con el tema, la argentina consolidó su transición de estrella de Disney (surgió como la protagonista de la serie «Violetta») a artista adulta.

Aunque los artistas LGBTQIA no son algo nuevo, este año vio la popularidad a nivel masivo de cantautoras como la dominicana Tokischa y la puertorriqueña Villano Antillano, quienes son abiertamente bisexual (la primera) y transgénero (la segunda).

Ambas, además, hablan abiertamente de sus etapas en el mundo de la prostitución y minan y procesan esas experiencias en su música.

«Yo pienso que esa gente que lo critica no quiere aceptar la vida tal y como es. La música urbana en general son la expresión del barrio y del bajo mundo, de lo que se vive», destacó Tokischa.

«Si el trap te habla de delincuencia y de armas es porque eso existe, no porque se lo esté inventando el artista. No podemos ignorar esas realidades. La prostitución igual».

Las artistas saben que las piedras contra las mujeres que se atreven a hablar abiertamente de la sexualidad han sido lanzadas «desde siempre», sin embargo aseguran que hoy en día cuentan con armas que no tenían sus predecesoras.

«Hay un concepto de sororidad que es algo relativamente nuevo. También hay muchos hombres que son no solo aliados, sino activistas», afirmó Tokischa. Todo eso ha creado una nueva comunidad que ha permitido esta nueva libertad», aseguró.