Madrid – La Unión Europea confía en que el certificado verde digital de vacunación e inmunidad frente a la COVID-19 esté operativo a partir de junio pese a las discrepancias sobre su utilización entre los países europeos.
Así lo manifestaron este lunes en la rueda de prensa conjunta el secretario de Estado español para la UE, Juan González Barba, y su homóloga austríaca Karoline Edstadler, que coincidieron en la importancia del documento para recuperar la movilidad, pero difirieron en su uso y aplicaciones.
Para Edstadler, el certificado no será solo «fundamental» para viajar, sino también «para ir a teatros, restaurantes o cines» y para actividades que exijan una gran cercanía personal como servicios de masajes o peluquería, para los que en Austria es preciso contar con un certificado de prueba PCR negativa.
Sin embargo, para González Barba, la «percepción generalizada» en la UE es que el certificado «se considera que será un instrumento que facilitará la movilidad, pero en ningún caso se ha planteado para el acceso en España a servicios de ocio o espectáculos, porque efectivamente supondría una discriminación respecto a las personas que todavía no gozarán de ese certificado».
González Barba explicó que, según la propuesta de la Comisión Europea, el certificado verde digital incluirá información sobre el estado de vacunación, la existencia de una prueba PCR negativa o la inmunidad del portador por presencia de anticuerpos.
Este certificado, que previsiblemente estará en uso a partir del mes de junio, servirá para favorecer la movilidad, especialmente con países de fuera de la UE con una campaña de vacunación más avanzada, como Reino Unido, Estados Unidos o Israel.
Los países de la UE alcanzaron a mediados de abril una posición común para iniciar las negociaciones con el Parlamento Europeo sobre el certificado de vacunación, con el fin de que esté operativo este verano y facilite la movilidad, pero que no será un pasaporte sanitario que permita automáticamente que los ciudadanos recuperen la libertad de movimientos en el seno de la UE.
«Para enfatizar el principio de no discriminación, en particular hacia las personas no vacunadas, la parte operativa del reglamento principal establece explícitamente que la posesión de un ‘certificado verde digital’ no es una condición previa para ejercer los derechos de libre circulación», según puede leerse en el texto aprobado por los Estados miembros.
El certificado, según el texto provisional, será gratuito, en formato electrónico o en papel, estará disponible en inglés y en la lengua oficial del país que lo emita y tendrá un periodo de aplicación de doce meses.
El certificado comunitario de vacunación enfrenta esta semana la última fase previa a que las instituciones europeas comiencen su negociación.